El obispo

El obispo es el jefe, digámoslo así de la Iglesia Católica en la provincia, en este caso en la nuestra de Cádiz. A él le debemos respeto todos los que somos “católicos apostólicos romanos”. Él manda, organiza, dispone y hasta nombra a los nuevos sacerdotes y los reparte según su saber y entender.

Pero con todo respeto pregunto y pregunto ¿por qué no se puede criticar al obispo? En nuestra sociedad de hombres libres y viviendo en una democracia los ciudadanos podemos criticar a todo quisque, incluso y sobre todo al Gobierno. Nada menos que al presidente Pedro Sánchez que se las trae y que raro es el día que no le ponen de caldo y medio. Y no pasa nada. Todo ello con el debido respeto y con formas y modas correctas. No pasa lo mismo con el obispo, porque si te atreves a ello te tachan poco menos de masón o de troglodita. Y no es justo. Que una cosa es su persona y a quien representa y otra su, en algún caso, manera de actuar.

Yo he oído mucha críticas contra él, ¿que no se responden a una realidad y que tienen algo de verdad?, en cuyo caso considero lógico que él mismo debería salir al ruedo y aclarar las cosas. Que si los cementerios, que antes su rentabilidad era compartida y ahora es de otra forma, que si las capellanías, testamentos de ciudadanos que las han dejado a su parroquia respectiva y que ahora no es así. Que si quería vender las huertas frutos también de donaciones testamentarias. Que si un cura le contradice porque no ve lógico un mandato suyo, apela a lo militar mandándolo a otro cuartel y hasta de la ermita de la Oliva, que es la más nuestra de corazón...críticas que pueden ser razonables o no pero que en todo caso se deben aclarar.

Yo no culpo ni denuncio nada (mi madre sería la primera en ponerme a caldo) y no digamos los leguleyos proclives a silenciar todo mandamás. Solo pregunto y pregunto. Está muy bien que se arreglen las dos torres de la catedral .Por cierto en la construcción de la catedral en su tiempo participaron todas la comunidades cristianas de la provincia, todas las parroquias. Está muy bien que el obispo se vaya en peregrinación a Santiago de Compostela en compañía de jóvenes. Y más cosas buenas. Nadie lo niega. Por cierto aplaudo al buen periodista Pablo Manuel Durio.

Lo que se niega es su silencio ante las críticas. Él no solo responde al arzobispo de Sevilla y a la curia romana, sino, que se lo pregunte al buen y santo Padrenuestro querido Papa. Repito que, siendo católico y cristiano convencido, sé que tengo un párroco, coadjutores, un obispo y un Santo Padre. Mi única ilusión es que a una crítica se responda.

P/D. Dicen que se va de Cádiz. Buen viaje. Lo único que queremos es que deje un buen recuerdo y que hasta nuestros curas hablen bien de él, y no lo tengan que hacer por lo bajini. Fijaros si escribo de buena fe, que si lo destinan ahora a Bangladesh, le deseo buen viaje y suerte.