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El pasado 15 de marzo salió a la venta el último disco del grupo de rock isleño Saurom, titulado El principito. Es un LP de catorce pistas en el que se ofrece una interpretación musical de la célebre obra literaria creada por Antoine de Saint-Exupéry en 1943. Hablamos de un libro que ha sido leído de generación en generación, normalmente dos veces: una, en nuestra infancia, y otra, en nuestra madurez. Se trata de una fábula que plantea a los adultos diversos dilemas éticos y morales desde el falso prisma de una narración supuestamente infantil, y que ha sido desarrollada por los juglares de San Fernando con la maestría y devoción por la literatura que siempre han acostumbrado. Es lógico, porque sólo se ve bien con el corazón, al ser lo esencial invisible a los ojos, y que ellos cantan desde el corazón.
Tras una serie de videoclips premonitorios, estos veteranos músicos, una banda que está a punto de cumplir los treinta años de vida, sacan su último disco una semana antes de su presentación en directo en un macroconcierto que se celebrará, Zaluster mediante, el próximo viernes 21 de marzo en el Movistar Arena de Madrid. Para ello han recibido ayuda de Marcos Rubio, el legendario promotor del Festival Leyendas del Rock de Villena (Alicante) y de una colección de invitados entre los que se encuentran cantantes -Israel Ramos, Ramón Lage, Elizabeth Amodeo, Joaquín Padilla y Antonio Mesen (de Arbore Lumen)-, grupos folk -Wyrdamur y Ex Ventus-, trapecistas y saltimbanquis -Andrea Mediana, Entrejuglares y Apatazanca-, coros -el Batallón de Mordor, dirigido por Juanlu Lorenzo, y las voces blancas de Mushi, formado por niños y niñas- así como músicos habituales de la casa como el guitarrista Tito Lara, la violinista de Kinnia, Jezabel, y el trompetista Pablo Agustina.
Avisan de que éste será un show sin precedentes en la historia de la banda, tres horas de espectáculo y disfrute asegurados, con la calidad de música y sonido que acostumbra Saurom. Como bien recordaba en redes sociales su viejo amigo Manu Fernández, que asistió desde el principio a su génesis, de tocar en el viejo pub Utopía de su ciudad pasan ahora a hacerlo en un pabellón que acoge al Real Madrid de baloncesto y que cuenta entre pistas y gradas con más de diecisiete mil asientos. Y lo hacen después de estar casi dos meses girando por Latinoamérica y un mes antes de volver al Arena de México para hacer un nuevo concierto, dos años después. El hombre se descubre cuando se mide con un obstáculo, y Saurom los tuvo de grandes dimensiones durante estas casi tres décadas.
Pero el esfuerzo, la humildad, el trabajo constante y la genialidad han posibilitado que los sueños de estos ya no tan jóvenes músicos se hayan hecho realidad. Mientras tanto, seguidores de todo el país e incluso del extranjero se desplazarán en migración para congregarse este próximo viernes en el círculo juglar. Saurom carece del apoyo de una gran discográfica que difumine sus carencias con promoción musical y publicidad. También ha huido siempre de la creación de polémicas -falsas o buscadas- que posibiliten estar en el ojo del huracán mediático. Nunca ha amenazado a otro músico, jamás ha criticado a un ex compañero. A diferencia de otras bandas que dejaron atrás sus mejores años y que se sostienen con esta clase de trucos de efecto, el grupo creado en 1996 por Narci Lara y Antonio Ruiz solo cree en el trabajo duro y en el hiperperfeccionismo.
Sabedores de que si juzgan a la gente, no tienen tiempo de amarla, los juglares de San Fernando aman sin juzgar a su público desde ese buen rollito y su capacidad para hacer disfrutar a varias generaciones. Esa es su mejor garantía; así que si están Vds en Madrid este 21 de marzo, o en España, o en cualquier otro lugar del universo, junto a una rosa, un aviador y un Principito, no lo duden. Acudan al Movistar Arena. Dicen que allí se regalará magia.
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