Manuel Amaya Zulueta

Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?

El pálpito amarillo

23 de octubre 2024 - 03:04

Quéafrenta. Qué vergüenza. Qué ignominia. Qué agravio. ¿Hasta dónde van a seguir señores, ¿señores?, humillando al Glorioso? Que somos el Cádiz, señores… Y aquí han jugado Mágico, Fernando Carvallo, Mejías, Ibáñez, Eloy, Quino, Baena, Migueli, Collar…, señores. ¿Señores? El Exglorioso debe eliminar el oprobio del vejatorio prefijo cuanto antes. Abandonarlo es muy sencillo: jueguen ustedes al fútbol. ¿Ni en segunda saben hacerlo? ¿Adónde, por Júpiter tonante está la vergüenza torera? Ha habido jugadores cortitos, unos menos que otros, en cuanto a la mínima técnica individual para ser llamado así, peloteros; pero la han suplido con garra, con bravura, con piernas, con corazón, con co… Jugadores como Pirri, Zoco, Migueli, Puyol, Arieta, Puchades, Pilongo, Pedrusco, Orúe, Zarra, Santillana, Marquitos, Campanal, Cardo, miles, que no eran un desecho de finura, mas fueron dignos del respeto de todos los que amamos esta gran religión mundial que es el furbo como diría uno de la calle Botica. Pero si falta la vergüenza torera… Hay que cerrar el chiringuito, compare. Corran, si no saben jugar a la pelota, mátense por quitarle la ex al Exglorioso, el prefijo con que ustedes han moteado al equipo de miles de gaditanos, de miles de españoles. ¿Pueden ustedes, directiva, cuerpo ¿técnico?, jugadores, dormir tan tranquilos cuando nuestro Cádiz está en tercera si mañana terminare la liga?

Señor Vizcaíno, señor López, márchense del Glorioso, no dejen ni su sombra, ni el polvo bíblico de sus zapatillas al exiliarse de la Tacita de Oro, ya han colmado el vaso de acíbar. Ya nos lo han dado a beber demasiadas veces. Bébanlo ustedes ahora en el más amenazador de los destierros. Váyase, señor González, gritaba el otro. Todos, asimismo los jugadores, habéis manchado la gloria de un equipo relativamente modesto; pero que siempre ha ilusionado al gentío amarillo. Todos son culpables de haber lanzado al légamo el honor de una ciudad, de unos amantes del amarillo. Todos han abandonado la bandera de una afición de tantos años, en el lodo que queda en el campo de batalla tras las batallas perdidas. Ni Cádiz ni el Cádiz se merecen esto. Nos han hundido un equipo que salió triunfador muchas veces. Hubo una vez un Glorioso que ganó al Madrid en Madrid, al Barcelona en Barcelona, en primera división, hace muy poquitos años. Ahora todo es penuria de las eras, infame turba de nocturnas aves, como predijo Góngora, antes de 1627, como diría un viñero de Trinidad 24, o un filólogo de Público 4. Ustedes no quieren al Cádiz. A ustedes la honrilla amarilla se las trae al pairo. Para estar en la presidencia del Cádiz hay que querer al Cádiz. Para ser entrenador del Cádiz hay que querer al Cádiz. Para ponerse la camiseta amarilla hay que querer al Cádiz. Quien no quiere al Cádiz no debe permanecer más en Carranza. Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? Rememorando a Cicerón. ¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia? Que cada uno ponga a este o aquel la toga de Catilina.

stats