El parqué
Jaime Sicilia
Siguen las caídas
Sánchez va a dimitir ahora que el Partido Popular se va a querellar contra el PSOE por el caso Koldo al tiempo que avanza la causa contra su esposa, Begoña Gómez. ¿Va a dimitir? Desde luego. En cuanto las ranas críen pelo, en cuanto Mordor se enfríe, en cuanto la Liga de Fútbol Profesional descienda administrativamente al Barça, en cuanto comer turrones adelgace, en cuanto Rufián se vaya a su casa en quince meses, en cuanto Puigdemont se quite la peluca, en cuanto valgan más baratas las frutas que la comida basura, en cuanto los convenios colectivos se adapten a los cambios a la baja, en cuanto los perros tengan derecho al sufragio activo, en cuanto se den a los niños libros en los colegios en vez de tabletas, en cuanto Obama vuelva a la presidencia estadounidense. En cuanto Trump sea decente.
Sánchez va a dimitir en cuanto lo ordene Page, en cuanto despierte Feijóo, en cuanto el príncipe bese a la Bella Durmiente. Sánchez va a dimitir porque lo de Ábalos y Delcy es una sucesión de mentiras insoportable. Porque, como dijo un acertado tuitero, Pedro Sánchez en realidad no se llama Pedro Sánchez. Va a dimitir porque Ancelotti no convence y porque se lesionó su odiado Carvajal. Y porque Rafa Nadal se ha retirado y él no hace laudatios a fachitas con Kia. Sánchez dimite porque Disney se está cargando Star Wars, porque él es más de Los Soprano que de Sucession, y mucho mas de The Walking Dead que de The Wire.
Sánchez va a dimitir en un mundo ideal en el que los políticos tienen vergüenza torera, en uno que no es Narnia pero poco le falta, en un lugar en el que la mujer del César consiguió la nulidad canónica por vicio del consentimiento matrimonial. Va a dimitir porque le han dicho que dimitir no es un nombre ruso sino un verbo, porque ha subido la gasofa del Falcon, porque se le ponen en huelga los médicos, los abogados, los maestros. Se le han puesto en huelga hasta los esquiroles. Sánchez dimite por Oriente Próximo, por Israel y por Palestina, por lo que más interese cada día. Por una apuesta perdida, por aburrimiento.
Sánchez va a dimitir porque falla la cobertura, porque el 5G es en realidad 3G. Porque vuelven los vinilos pero lo hacen a cuarenta y cinco pavos la unidad. Va a dimitir porque ha hecho bueno a Zapatero, porque ha hecho mejor a Rajoy, porque sólo con voz suavita y mirada de corderito lechal se han levantado a media España. Sánchez va a dimitir porque le ha salido así la tirada. Porque es su voluntad, por Loli, ¿dimitir? Claro, claro. Sánchez va a dimitir mañana, por sus santos cuyons
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