Tito Valencia
Congreso Federal Socialista, ¿examen crítico?
Hay algo que no concuerda o simplemente es que se está gestionando mal. Me refiero a la sanidad pública de Andalucía. Es la segunda preocupación, según el barómetro del CENTRA, de los Andaluces y con toda la razón. El gobierno de la Junta, consciente de que este problema está erosionando a su gobierno, anuncia un presupuesto en la que la prioridad es la mejora de los Servicios Sociales y fundamentalmente la sanidad. Pero de qué sanidad habla, de la pública o de la privada.
El aumento del gasto en la sanidad privada continúa aumentando cada año. En el año 2022 el presidente Moreno Bonilla aplicó una subida para los conciertos privado de un 23%. Este año va a dedicar un 22% más en detrimento de la pública. En total Andalucía destina a la sanidad privada cerca de quinientos millones de euros.
El problema es que el periodo de espera en la sanidad continúa aumentando y Andalucía lidera las listas de espera más alta de España. Según datos oficiales más de 200.000 andaluces están en lista de espera quirúrgica contemplando como su patología se está agravando, y cerca del millón están esperando una cita médica, situándose la media de espera en 169 días. Esto son datos oficiales, pero hay veces en la que la realidad supera las estadísticas. Se están reduciendo las listas de espera quitando a los pacientes de ellas. Fíjense ustedes, la revisiones patológicas que se hacían a los seis meses se están desplazando para doce o trece meses. Esta es una forma tramposa de quitar pacientes de las listas.
Nadie duda de que la sanidad andaluza está enferma, que existe el problema y mientras el Gobierno de la Junta no lo reconoce, los ciudadanos se desesperan buscando una cita médica. La espera ya no es solo en las Consultas Especializadas, las citas en la Atención Primaria son desesperante, Salud Responde ya no responde y el caso es que los centros no se ven colapsados de enfermos como sucedía antes. Los pacientes al ver los centros despejados se preguntan del porqué no hay citas si no hay colas en los centros. Por consiguiente algo o mucho está fallando en el sistema. Además de la falta de profesionales la organización de la sanidad está dejando mucho que desear.
No se está poniendo la prioridad en la persona. Se están llamando a pacientes para ofrecerle una intervención quirúrgica en hospital privado a cincuenta kilómetros (Jerez) de su domicilio. Pacientes que en muchos casos son mayores y no disponen de vehículos para desplazarse. Es decir, fuera de su Distrito Sanitario.
Y con todos estos datos la consejera, Carolina España, está contenta y sostiene que la sanidad "está ahora mejor que antes". Pues no, la sanidad está peor, mucho peor, porque teníamos una Atención Primaria modélica y ahora está desnortada, cambiante y sin un rumbo fijo.
Contra más dure este desastre más difícil va a ser su corrección. Y el caso es que la oposición no se quiere enterar. Toda las protestas están ocasionadas por las plataformas ciudadanas compuestas por antiguos profesionales sanitarios en su mayoría, mientras partidos políticos y sindicatos no aparecen. Ahora los profesionales sanitarios se llevan la sorpresa de ver rebajadas sus nóminas. ¿Y se pregunta el presidente Bonilla del porqué se van a trabajar fuera los sanitarios andaluces?
También te puede interesar
Tito Valencia
Congreso Federal Socialista, ¿examen crítico?
El parqué
Ascensos moderados
Tribuna Económica
Carmen Pérez
Arte conceptual, criptomonedas y economía digital
Más allá de lo amarillo
Noches de ronda