¿La serpiente de verano?

Lo que faltaba en este patio de Monipodio ha llegado sin retraso. Hay alguna empresa dispuesta a gastar unos 50 millones de euros para transformar Valcárcel en hotel.

El alcalde, muy optimista el hombre, a principios del mes pasado manifestaba un increíble optimismo de corte juvenil sobre el futuro de Valcárcel como sede de la Facultad de Ciencias de la Educación e incluso se metía en el Plan de Infraestructuras de la UCA y aseguraba que el presupuesto universitario de tres millones para la mejora del campus es partida modificable, o sea que puede saltarse a la torera el plan y modificar el destino final de la partida.

A este montante sumaría cinco millones provenientes de la venta del Campo de las Balas para construir ¡otro hotel! con el vecindario en contra y con la facultad exiliada otra vez en Puerto Real, cuando no en Jerez. ¿Se puedes ser más optimista? Pues parece que sí. En febrero de este año, hace sólo cuatro meses, el alcalde afirmaba que pronto habrá buenas noticias.

Pues con prontitud llegaron las supuestas buenas noticias con la que abríamos este articulito: alguna empresa está interesada en poner sobre la mesa 50 millones de nada y hacerse con Valcárcel y transformar el antiguo Hospicio en,, ¿se imaginan?, un hotel. Desconozco la cara que se le puso al rector Mantell después de tantas veces que ha manifestado que Ciencias de la Educación vendría a Cádiz, a Valcárcel.

No se olvide que la propietaria del edificio (la Diputación) lo cedió a la UCA para la facultad de Ciencias de la Educación y una vez agotado el plazo, tácitamente se prolongó el mismo. Tampoco se olvide que hace la friolera de 17 meses (noviembre de 2022) se acordó entre Junta, Diputación, Ayuntamiento y UCA un convenio de reparto de participaciones crematísticas para afrontar las obras, convenio que podría abrir un portillo en los presupuestos andaluces.

No es de chiste, aunque lo parece: el convenio aún está sin firmar, es papel mojado y no se dan explicaciones ni se le cae la cara de vergüenza a nadie, ni se intenta siquiera corregir la metedura de pata.

Si este proyecto de hotelazo sale adelante en detrimento de la universidad gaditana y de la ciudad, Cádiz ganaría la rehabilitación de un edificio histórico, un alojamiento de primera categoría y puestos de trabajo.

¿Quién pierde? Cádiz perdería para siempre una facultad con efectivos de unas 3.000 personas, el llamado cinturón universitario Rectorado-Valcárcel saltaría hecho añicos, aunque rápidamente una cuadrilla de trepas, que de esos nos sobran, al olor de las prebendas culturales cumplirían el papel de tapaporos, arribistas, mamporreros culturales, haciendo que se olvidara todo lo prometido y a quienes prometieron Jauja, como si no hubiera pasado nada.

Aquí no pasa ná, que decían Los Dedócratas, esto es un cachondeo….