Antonio Morillo Crespo

Servicio público

La Corredera

14 de agosto 2024 - 03:05

Yo no me quiero dar de defensor del pueblo andaluz. No es mi misión, pero consecuente con lo que me enseñaron resumida en la célebre frase “lo que tú no hagas no lo hará nadie” me atrevo de vez en cuando a clamar contra lo que yo verdaderamente considero una injusticia o al menos un abuso. Hoy me refiero a los Bancos, a la mayoría, cuando ponen un horario a su exclusiva conveniencia en perjuicio de los ciudadanos o al menos de los más torpes entre los que me encuentro.

La mayoría de ellos tiene abierta al caja, el cajero hasta una hora determinada, lo más corriente hasta las 11 horas. De manera que tú en razón de tu negocio o de tus quehaceres, vas al referido y quieres sacar dinero, o entrarlo o conseguir monedas de cambio o hacer alguna operación de caja. Y si ha pasado a las once horas te dicen que está cerrada la caja, que vuelvas mañana. Y encima te dicen que ese horario está diseñado o programado para bien de los empleados, que es mentira, porque lo único que hacen con ello es reducir el personal y que los que están han de hacer de todo.

Resulta que en nuestra sociedad hay servicios públicos que están para atender las necesidades de la gente. Y así está La Guardia Civil, de día y de noche, la Policía municipal de día y de noche, los teléfonos de urgencia, los bomberos y hasta las farmacias, que siempre hay una de guardia en cada población y durante las veinticuatro horas. Y hay más, pero no es preciso enumerarlas todas. En general son servicios y personas que sacrificadas han de hasta alterar sus horarios para atender la necesidades o urgencias del que lo precise-

¿Es meterte donde no me llaman? No y no, porque esos bancos han de tener un permiso o licencia otorgada por el departamento o autoridad competente según unas normas ya establecidas. Por todo ello considero un abuso esas restricciones de esos bancos. Y que no aleguen los del Cajero. Porque, pues muy sencillo, que no todo el mundo es listo o tiene la habilidad para poner gestionar en el dicho cajero un trámite cualquiera, sacar dinero, ingresarlo, pagar una cuota, o un recibo o una contribución. . Hay personas mayores e incluso sin ser mayores que se hacen un lio y requieren una persona que les atienda debidamente.

P/D No quiero poner ejemplos, en este caso de las farmacias. Pero a guisa de anécdota les cuento a ustedes una de ellas recientemente ocurrida en la mía, cuando estaba de guardia las 24 horas. Y en todo caso para hacer amena mi crónica de hoy.

Tres de la madrugada, llaman a la farmacia y por la ventanita se le pregunta que desea. Responde un muchacho “por favor véndame unos preservativos”. Se le responde en buen tono “hombre que son las tres de la madrugada especialmente para cosas urgentes.” Contestación “mire Vd., no será urgente para Vd., pero para mí sí lo es “. Y así termina la historia.

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