Tito Valencia
Congreso Federal Socialista, ¿examen crítico?
Siempre se ha dicho que cuando la economía va bien es cuando se debe hablar de las reformas financieras. La financiación autonómica, su reforma, lleva tiempo en los foros políticos autonómicos y nunca se ha visto el momento de acometer los cambios. Ahora que ha llegado, por fin, la oportunidad de dotar a las comunidades de más financiación, de mejorar su recaudación, no hay acuerdos posibles aunque todos los presidentes autonómicos reconocen que necesitan más y mejor financiación para poder prestar mejores servicios a los ciudadanos.
El problema actual es Cataluña, el desacuerdo es por la necesidad del gobierno de España de sostener siete diputados catalanes e independentistas en el gobierno de coalición. Es pasar de la oportunidad al oportunismo y eso la oposición no lo consiente muy a pesar suyo. Y digo muy a pesar porque hay autonomías como la valenciana y Andalucía que llevan tiempo pidiendo más dinero para sus comunidades que, es cierto, están infrafinanciadas.
Entonces, qué es lo que sucede. Pues que el partidismo esta por encima de las necesidades de sus ciudadanos. El presidente andaluz, no para de hablar, de quejarse, de pedir más dinero al estado, ¿pero cuál es su propuesta? ¿cuál es su alternativa? Decir que Cataluña nos roba no es una buena decisión ni alternativa. Hay que tener cuidado con los titulares que puedan crear más problemas que soluciones. Andalucía es la comunidad más grande de España y debería marcar el camino para una nueva financiación. Eso, y no movilizaciones, es lo que necesitamos los andaluces, un presidente que tome la alternativa del país.
García Page ha lanzado una propuesta, que trasladará al presidente del Gobierno, como "ley nacional de armonización fiscal". Esta norma pretende "evitar la competencia fiscal desleal entre regiones". Es decir, poner freno al denominado dumping fiscal entre las regiones gobernadas por el PP. Andalucía es una de ellas y ha perdido doscientos millones de recaudación al bajar los impuestos de sucesiones o patrimonio. Decía el presidente Bonilla que Andalucía no tiene más dinero para hacer políticas públicas, como Sanidad y Educación, mientras pierde dinero por bajar impuestos a los que más tienen y financiar la sanidad privada. Yo bajo los impuestos mientras le pido al gobierno de España más financiación. Eso es irresponsabilidad fiscal.
Por consiguiente la oposición andaluza (dónde está el PSOE-A) debería exigirle al presidente cual es su alternativa al modelo al que se opone, que tome la iniciativa porque su obligación es apostar por una financiación fuerte y adecuada para los andaluces y dejarse de hacer política de oposición al presidente Sánchez.
Y si hablamos de iniciativas, ¿dónde está el modelo del PSOE-A para Andalucía? ¿Cuál es su alternativa al presidente Bonilla? Ahora es la oportunidad de demostrar que el PSOE-A tiene una alternativa para recuperar el gobierno de Andalucía. Pero por ahora no se ve y el problema no es solo de Sevilla, el problema socialista está en las ocho provincias andaluzas.
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