
El Alambique
J. García de Romeu
Aguas limpias
Tribuna Económica
NO es fácil hundir al dólar, tras casi un siglo dando seguridad y confianza a los inversores y a los bancos centrales. Pero Trump quizás lo consiga. Tras la segunda guerra mundial el dólar se consagro como moneda global de referencia, única moneda con convertibilidad prefijada en oro y principal moneda en las transacciones de comercio internacional, en las finanzas internacionales y en las reservas de divisas de los bancos centrales. La fiabilidad y la confianza en el dólar ha estado basada en que EEUU era la primera potencia económica mundial, un aliado fiable y c en el papel geopolítico protector de sus aliados occidentales. El dólar ha desempeñado el papel de activo refugio en época de crisis, la crisis financiera y la pandemia. Papel que desempeño incluso en el peor de sus momentos cuando Nixon decreto la inconvertibilidad del dólar en oro. El sistema se resquebrajó, pero el dólar continuo como el rey de las divisas. Durante las últimas décadas el dólar ha sido la moneda utilizada en el 70% de las transacciones del comercio internacional y en el 60% de la financiación internacional.
Pero todo ha cambiado tras la guerra de Ucrania con Rusia y la llegada de Donald Trump. Las sanciones a Rusia y la congelación de las reservas de divisas de su banco central han sembrado la desconfianza de los gobiernos de sus principales países enemigos y amigos, China, Rusia, India y todos los BRICS están diversificando sus reservas de divisas con otras monedas alternativas. El dólar que en 2015 era el 68% de las reservas de divisas mundiales, en 2024 ha bajado a 58,2%, el euro ha superado el 20% y también han escalado posiciones el yen, la libra y el renminbi chino.
La llegada de Trump ha sido el principio del fin del reinado del dólar. Trump esta socavando las bases de la fortaleza del dólar. La política de aranceles socavará el peso de EEUU en el comercio internacional. China y los BRICS están aumentando su peso en el PIB mundial. La estabilidad del dólar se ve comprometida por los ataques de Trump a la independencia de la FED de EEUU y por la creciente deuda pública. Trump provocará que la deuda sea insostenible. Las previsiones del FMI auguran que la Duda sobre el PIB alcance el 140% en 2034. Trump está empujando el dólar hacia el abismo, destruyendo las bases que han sostenido la fortaleza del dólar en décadas. La economía de EEUU se esta desacelerando y en la próxima década China puede arrebatarle el título de primera potencia mundial, su peso en el comercio internacional está descendiendo por la insensata política arancelaria, los ataques a la independencia de la Fed están minando la estabilidad financiera. Los aranceles provocarán una inflación alta. Como consecuencia la confianza en el dólar se ha esfumado y los bancos centrales están diversificando sus divisas hacia otras monedas, el dólar y su papel como moneda global está en peligro. Será el principio del fin de un proceso que puede durar décadas. A corto plazo no hay una moneda que pueda tomar el relevo. Será un proceso gradual hacia un sistema que será multipolar con la participación de varias monedas. Trump no vera concluido el fin del reinado del dólar. Pero llegará.
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