Enrique Montiel
Esa música
En todas las casas, en todas las familias, antes o después entra el estrés educativo. Esos últimos exámenes, las tardes de estudios interminables, el trabajo de recuperación; porque hasta el que lleva todo al día le teme a ese momento, al del último examen del curso.
Hace tan solo una semana los futuros universitarios gaditanos realizaron la PEvAU, la selectividad de toda la vida, donde para muchos comienza una etapa que dicen que es preciosa, la etapa universitaria.
Siempre esperando una nota, siempre esperando un resultado, siempre buscando ese nivel académico con el que soñabas.
Un nivel académico que, junto a tu cosecha propia de formación adicional adquirida, se convertirá para toda tu vida en tu tarjeta de presentación laboral allá donde vayas, la criba laboral como yo la llamo. Luego te juzgarán por como desarrolles tu trabajo, pero el inicio de tu historia laboral comienza por tu titulación académica.
A veces, con la edad en la que te tienes que labrar este futuro, no se es consciente de muchas cosas, no le damos la importancia que tienen, o la mayoría de las veces, torpes, pecamos de creer saber más de quien te aconseja.
“A lo hecho, pecho” se suele decir, pero hay momentos en la vida en los que echas la vista atrás, sin arrepentirte de nada, pero sabiendo cómo funciona este mundo. Y ahí es donde tu conciencia empieza a recordarte frases que te dijeron, que hoy le das el valor del oro y las entiendes perfectamente. Qué tarde aprendemos a veces.
A mí la vida laboral me enseñó que, aunque haya caminos que puedan ser más inclinados o más largos que otros, la cuestión de todo es la actitud, la constancia y la dedicación. ¡Vaya! Casi lo mismo que nos decían cuando ocupábamos los pupitres; si es que la vida tiene efecto boomerang.
En estos días de exámenes finales, quiero darte todas mis fuerzas y entendimiento. No dejes de hincar los codos en tu escritorio, acostúmbrate, esto ya es así para siempre. Hoy es un libro, pasar de curso, entrar en la universidad y mañana será una tarea en tu puesto de trabajo y para siempre vivirás y dependerás de este, tu último examen.
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