Tito Valencia
Congreso Federal Socialista, ¿examen crítico?
No voy a analizar la película de los sesenta en la que Alfonso XII enviudaba de María Cristina. No. Me refiero a las sesiones de control al gobierno que se celebran todos los miércoles y que son una exposición de las miserias políticas que llevan unos años envolviendo a este país. Pero lo sucedido este miércoles en el Congreso ha traspasado todos los límites de la tolerancia democrática que debe envolver el trabajo de los elegidos por el pueblo para que nos gobiernen.
Las corruptelas del caso Koldo, las del ahora compañero de Ayuso, la ley de amnistía, todo ha formado parte de este circo en que se ha convertido la política española. La gobernanza de España se ha vuelto imposible, asaltada por las acusaciones de ilegalidad que la oposición vierte sobre el gobierno al no haber aceptado que ellos no tienen los apoyos para formar gobierno. El famoso 'y tú más' solo sirve para que los ciudadanos nos sintamos cada vez menos representado por esos señores que ocupan un sillón privilegiado y que deberían dar ejemplo, por lo menos de comportamiento. La sesión de este miércoles ha sido de vergüenza, ha dado motivos para no ser votados jamás, ha dado motivos para haberlos echado a todos de la política, porque no saben comportarse.
Es penoso comprobar el bajo nivel que tiene hoy la política española y cuanto más abajo nos vamos a peor. No hay seriedad, porque corrupción puede haber en cualquier partido, es la esencia de las personas las que se corrompen, pero el problema está en cómo se gestiona esta corrupción. No se puede pedir la dimisión de todo el mundo cuando están enfrente y cuando toca a ellos negarlo todo y basarse en que los demás se lo han inventado. Pero lo de esta vez ha traspasado todos los límites de la tolerancia. Insultos, insultos, y más. Desde que una presidenta de una comunidad llamó hijo de puta al presidente del gobierno desde una tribuna, siendo aplaudida por su corte mediática, ya se traspasaron todos los límites de la tolerancia.
El problema es que no se dan cuanta de que esto no beneficia a ningún partido, bueno sí, a la ultraderecha. Este es el principal motivo del porqué está triunfando en todo el mundo los partidos populistas. Los ciudadanos están asqueados de los partidos tradicionales y también de los que llegaron para salvar la patria. La democracia está ahora mismo en peligro en todo el mundo, la política cada vez se está haciendo más intolerante. Se echa de menos cuando en España se gobernaba desde el centro sociológico, era una política dura pero que respetaba a todos los poderes del estado y los partidos se respetaban entre sí. Hoy los grandes partidos hacen una política destructiva, no se consideran contrincantes, son enemigos y hay que destruirlos. Pobre política española que camina triste por las instituciones.
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