Salud sin fronteras
OMS y salud global
Calle Real
Curioso, me ha pasado varias veces. Que me pidan intercesión con la alcaldesa. Digo bien, con la alcaldesa. Que es precisamente de la que no soy amigo, ni debería. Lo soy, lo he sido, de Patricia Cavada. No es lo mismo. Pero bueno, como tengo esa vieja amistad con Patricia Cavada, alguna vez le escribo y si suena a alcaldesa, me contesta. Si puede, me atiende. Normalmente es que alguien quiera verla para algo importante, o delicado. Me atiende. Le da un cita, la pone en el camino con el concejal de turno o de su confianza. Me ha pasado una vez más, el otro día. Le di buenos consejos al demandante, que tampoco lo era exactamente. Sencillamente se quejaba de que no lograba (n) que lo (s) recibiera (n), y llevaba (n) tres meses. La cuestión era una entidad socio-deportiva, necesitaba ayuda. Para diversas cosas. Con presupuestos –alguno– importantes. Ir por la peana al santo, le aconsejé. Buscaros a una concejala y pedirle la mediación –la intermediación– le dije. Es muy posible que tenga muchas solicitudes de visitas, de audiencia. Les pasa a todos los alcaldes y alcaldesas de España. Es la cercanía una alcaldesa, añadí. Pero no obstante –aunque no me lo pidió exactamente– y dado lo que yo quiero al interlocutor, le dije que haría “algo”. Es lo que estoy haciendo, como mi amigo lector ha captado desde la primera palabra de este Calle Real. Le digo a Patricia: que sepa la alcaldesa que alguien (es) quiere (n) que lo (s) recibo para pedirle cosas para la entidad socio-deportiva de la que forma parte. Estamos a la orden, pues. Si puede, o cuando pueda, me dirá y yo le digo a esta buena persona que me lo pidió sin pedirlo. Aunque es posible que con lo que va dicho ya sepa de quiénes estoy hablando, le dedica mucho tiempo a este pueblo que representa, se lo sabe al dedillo, pensamos Guillermo y yo. Pues era eso, aquí podíamos dejar el recado de escribir e irnos del corazón a los asuntos, como dijo el poeta.
Pero me vienen ideas y reflexiones sobre lo que queda y como está poniéndose el país, tan áspero de natural, e híspido. La audiencia es la audiencia y luego viene lo que viene luego. O no viene.
Todo es muy complicado y, a veces, molesto. Sobre todo porque veo que desde el andalucismo y las derechas empiezan a ir a degüello, a tirar piedras de verdad. Es la tónica que ha bajado hasta la Isla. Con lo bonito que es lo que me ha pedido sin pedírmelo, Enrique, que no nos recibe la alcaldesa y tenemos necesidad de hablar con ella. Bueno, a ver qué puedo hacer…
También te puede interesar
Salud sin fronteras
OMS y salud global
J.M. Sánchez Reyes
Se necesitan residentes
Visto y Oído
A-3, 1982
Calle Real
Ver a la alcaldesa