Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Ramón Castro Thomas
Está muy bien que el Ayuntamiento de Cádiz y la Zona Franca hayan dado luz verde al proyecto de las 800 viviendas en el solar de Navalips. Es un terreno grande, que pasa a uso residencial. En este proyecto ayuda que el alcalde sea Bruno García, del PP, y el delegado de la Zona Franca sea Fran González, del PSOE. Si fueran del mismo partido los dos, a lo peor el partido rival los hubiera acusado de especuladores, o de eliminar el suelo que se podría aprovechar para una gran empresa. Pero es mejor así. En el solar de Navalips no sabían qué hacer. Se habló de la plaza de toros multiusos. ¿Construir ahora una plaza de toros multiusos en la Zona Franca? Sería una parida.
El barrio de las 800viviendas en la Zona Franca todavía no se ha visto, ni se sabe cuándo veremos a los primeros vecinos recibiendo sus llaves con la lógica emoción. Principio necesitan los proyectos. Hace falta que no se eternicen, como es habitual en la ciudad. Construir 800 viviendas es tela marinera. A la barriada de la Paz, en sus inicios, la llamaban las Mil Viviendas. Así que sería como el 80% de la citada barriada. Muchos pisos para una ciudad donde escasean. La Zona Franca está diversificando sus actividades. A Fran González hay que agradecerle su dedicación al cargo, a diferencia de otros que pasaron antes por la ZF como de puntillas. Fran está promocionando el proyecto de Incubazul, que dicen que va a crear en Cádiz el primer polo de economía azul del sur de Europa. Siempre que se habla de algo del sur de Europa hay peligro, porque en el sur de Europa (que al parecer es Cádiz) después no se hace ni el huevo. Pero, en este caso, parece que van más en serio.
A la gente sin piso, a la gente que paga el alquiler a precio de lingote de oro, a la gente que se queja por los pisos turísticos excepto cuando salen de viaje, interesará el proyecto de las 800 viviendas de la Zona Franca. Ahí cabe un barrio nuevo. Y un barrio no está formado por 800 pisos solamente, sino que necesita dotaciones, comercios, etcétera. Allí no les van a faltar supermercados, ni gasolineras. Pero serán necesarias otras inversiones para urbanizar aquello. La Zona Franca no es precisamente el barrio más bonito de Cádiz, sino el más feo.
Volvemos a lo del principio. Entre tener un solar grande abandonado o construir pisos es mejor dar trabajo a los albañiles, los arquitectos, los aparejadores y demás. Si esto va a contribuir (o no) a aumentar los habitantes, ya es otra historia. Para eso hace falta también que nazcan niños y niñas en el sur de Europa.
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