Enrique García-Máiquez

Alcalde y libertades

Su propio afán

27 de febrero 2016 - 07:20

LO bueno de Kichi es lo malamente que es malo. Es lo mejor que tiene. ¡La que ha liado con el Premio Libertad de las Cortes de Cádiz! Lo mires por donde lo mires, él se deja en evidencia.

Ha recalcado bien ante toda España la vinculación de Podemos con el régimen de Maduro, no sólo logística, sino ideológica y hasta actitudinal. Sus movimientos compulsivos para desvincularse del premio, como darlo en Madrid y sin asistir él, no hacen más que mostrar que su causa no es la de la libertad. Después de un comportamiento tan bolivariano, nadie podrá decir que no lo sabía.

Luego está su informal voluntad de ruptura. Seguramente este premio no lo habría dado su corporación, de acuerdo, pero lo dio la anterior, y lo democrático es cumplir con los compromisos adquiridos de la ciudad. Se nos llena la boca alabando la alternancia, pero se nos olvida que la alternancia exige altura de miras y delicadeza. Podía haberse acogido, incluso, a la muy elegante salida que ayer exponía José Joaquín León: haber cedido a Teófila el honor de entregar el premio.

Tampoco el destierro del acto a Madrid le hace ningún favor popular. Pericón imaginaba que el barco de la gracia desembarcó en Cádiz y dejó allí lo mejor suyo y luego la mercancía fue yendo hacia el norte, descargando un poquito en cada pueblo, cada vez de menos entidad. Según Pericón, ya a la altura del peaje quedaba muy poco, aunque yo ahí no me meto. Sí sé decir que en ningún sitio la gente es tan hospitalaria y liberal como en Cádiz. Ponerles en el papelón de hacer un desdén a encarcelados y perseguidos por la libertad les abochorna, como se está viendo estos días en muchísimos comentarios en la edición web del periódico. Y, para colmo, si queda algún partidario del feo del alcalde (el que ha hecho, ojo, que tan feo no es), le habrá parecido cobardón que mienta para cubrirse con no sé qué de unos gastos de viaje que nadie le había pedido. Un revolucionario fetén no se excusa.

Por último, está la cuestión de los pactos nacionales. No creo que, si al final el PSOE y Podemos rompen todos los puentes de entendimiento, se sigan sosteniendo mutuamente como si nada en los ayuntamientos y las comunidades. Habrá un reajuste. El alcalde de Cádiz, con esta actuación innecesaria, que ha molestado mucho al PSOE, con el que no la consensuó, da nuevos argumentos para la moción de censura que podría llegar. Kichi, ya digo, no ha estado bien.

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