Carmen Camacho
Hitos
Al Selu le falta el bienqueda, el que le ríe las gracias a todo el mundo, el que le pasa la mano por el lomo a cualquiera, solo dice lo que quieres oír. Un pelota con arte. Pensaba esto al escuchar el otro día a Juan Carlos Ortega en el Hoy por Hoy de la Cadena Ser explicado a su manera, referido a esos hombres que se hacen los guais cuando se acerca el Día de la Mujer para parecer más comprometidos con la causa, más feministas que nadie, los que todo el año hablan como los realizadores de TVE en la Gala de los Goya, pero públicamente se parten la camisa por la igualdad y contra la violencia machista. Se dedican de continuo a hablar desdoblando el género (gramatical) , como eso tan del gusto del alcalde, "vecinos y vecinas". De aquí a nada llegarán al nivel de Irene Montero con lo de "mujeres sangrantes" para diferenciarlas de las "mujeres trans". Se da entre los hombres que quieren parecer feministas y modernos aunque se nos ofrece en cualquier orden de la vida. En el Carnaval se atacan sin piedad unos a otros, incluso lo hacían desde el Gallinero cuando se podía. Luego todo el mundo es fantástico, el Capitán Veneno es un ejemplo de conducta a seguir, dicho por los mismos que le atacaron sin piedad, mientras vivía, en conversaciones privadas. Los que por lo bajini rajan de cualquiera, luego en público se deshacen en elogios. Los hay que incluso escribieron pasodobles crueles y ahora son presidentes del club de fans, van a volver a hacer la ESO para matricularse en el infame colegio de la Barriada. Los que cuando escriben en su Facebook, hacen comentarios en artículos, libros y lo que sea menester, solo ponen adjetivos elogiosos: fantástico, pelotazo, inolvidable, de categoría e incluso de gran categoría, maravilloso, para el recuerdo, quedará para la historia, los vellos de punta (y los bellos también). Ditirambos a la gaditana, todo el que habla de Carnaval al final se dedica a la hagiografía, y aquellos pocos que no lo hacen corren el riesgo de ser insultados o perseguidos, como le ocurrió a Tamara García que tuvo que ir escoltada al Teatro Falla por las amenazas de la comparsa del Eterno Capitán. Como Cádiz es muy chico (pero más chico es el mundo, que diría Javi Benítez), el personal prefiere el elogio desmedido a la crítica, aunque sea un pellizco de monja. Eso por no hablar de la Semana Santa, ya saben el dicho: más falso que un abrazo de cofrade. Recuerdo una vez, cuando Fermín Moral compitió en unas elecciones por primera y única vez, dijo días antes de la votación: "Voy a ganar, todo el mundo me para por la calle para decirme que me va a votar". Y arrasó Teófila Martínez. Como dice Taite Cortés, las tres peores cosas que se pueden ser en esta vida: miseria, chivato y pelota.
También te puede interesar
Carmen Camacho
Hitos
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Ésta la paga mesié
El pinsapar
Enrique Montiel
Todo revuelto
Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Un año sin examen
Lo último