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UNA hipotética independencia de Cataluña supondría su salida de la Unión Europea, esto es, un Catalexit, que sería una catalepsia. Todo lo que ha ocurrido con el Grexit (deuda, discursos inflamados, orgullo nacional, victimismo, referéndum y marcha atrás) debería estar muy presente en Cataluña. Los paralelismos son tan evidentes que sólo la ceguera que produce el nacionalismo podría explicar que no los tengan presentes.
El catalanismo tiene tal obsesión con España y, en particular, con Madrit, que parece incapaz de ver hasta qué punto el obstáculo a sus sueños se llama Unión Europea. Puede que piensen que en nuestra nación es buen momento para relanzar la aventura independentista, con un Rajoy paralizado que a lo más que puede llegar, frente al problema catalán, es a poner alguna cataplasma; un Pedro Sánchez dispuesto a pactar con quien sea por catapultarse y un Pablo Iglesias que no piensa más que en la catarsis constitucional. Podríamos discutir el diagnóstico, pero no merece la pena, porque será Europa la que ponga pie en pared: el Catalexit.
Llega crecida por su actuación en Grecia. Ya ha comprobado que dibujar líneas rojas fortalece al euro y recibe la aprobación mayoritaria de los votantes. A la próxima ocasión se lo pensarán aún menos. Hay políticos y responsables europeos que se han quedado con ganas de haber sido más duros. Cuidado, Mas, con darles una segunda oportunidad.
Que además sería doble. La Unión Europea tiene un problema fiscal, de deuda y de gasto; pero también un problema latente de nacionalismo en varios países miembros. Actuando con contundencia contra Cataluña mataría dos pájaros de un tiro. Mandaría un mensaje nítido a las otras regiones europeas con veleidades independentistas.
Y, además, afinaría su doctrina a favor del rigor presupuestario. El principal problema para esa hipotética independencia es la hipoteca. Cataluña (repasen su déficit) no puede pagársela. Le pasa como a ese joven al que se dirige un anuncio que circula por las redes: "Joven, ¿estás harto de los sermones de tus padres? Independízate. Consigue un empleo, paga todas tus cuentas, haz tu comida y lava tu ropa. Es tu oportunidad". La Unión Europea está deseando darle este consejo liberal (que fue el que mandó a Grecia) al próximo. Si es con referéndum por medio, mejor que mejor. Tsipras frenó, derrapando, al borde al abismo. Algo me dice que Mas, como pueda, acelera.
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