David Almorza

Crowdfunding

Tiempo añadido

21 de enero 2016 - 01:00

EN la tertulia de la Taberna del Tríplice, se abordó el tema de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). El cambio de los clubes de fútbol a las SAD no le ha venido bien al Cádiz, ahora endeudado. Los antiguos socios se convirtieron en abonados, y apareció la figura del accionista en todas sus versiones.

Las estrategias de empresa se incorporaron al fútbol y el juzgado de lo mercantil se llenó de folios sobre el Cádiz. La ampliación de capital es una estrategia más. Hay varios tipos, con sus particularidades y consecuencias. En el caso más general lo que se pretende conseguir es una inyección de dinero.

Durante la tertulia salió la palabra crowdfunding o micromecenazgo. Consiste en realizar una difusión del motivo para el que se busca la financiación, y esperar que haya personas que se sumen al proyecto con aportaciones económicas. Se planteó que podría aplicarse al fútbol. Bien para que clubes puedan pagar a los árbitros y no desaparecer, o para realizar algún proyecto concreto en equipos de cantera. Asuntos muy específicos, que resulten atractivos para las personas que hagan esas donaciones.

Y es que no hay aportaciones pequeñas. Muchas cantidades pequeñas hacen una grande. En los partidos ocurre lo mismo: si no se puede ganar, hay que arrancar el empate. Lo importante es ir sumando puntos, porque al final todos son necesarios.

Al respecto Epaminondas refirió lo que le ocurrió en Grecia con un compañero suyo que es millonario. En una tienda su amigo regateaba el precio hasta conseguir una rebaja de un par de euros. Epaminondas le preguntó que con todo el dinero que tenía su amigo, para qué discutía por dos euros. "Querido Epaminondas", contestó, "¿por qué crees que soy millonario?".

stats