Con la venia
Fernando Santiago
Power to the people
Dicen que el Arte salvará a la humanidad. Desde el principio de la historia fue guía y consuelo para el hombre perdido ante tantas preguntas y desconciertos. Más tarde le sirvió de acicate para transmitir saber y consuelo para una masa carente de medios para llegar a ello. Es medida y por tanto matemáticas, es consuelo, es serenidad y por tanto paz. Es lo que necesitamos para ser felices y lo tenemos a la mano día a día. Disfruten con ello, es gratis.
Desde el 17 de febrero y con motivo del décimo aniversario de la apertura del Año de Gracia para la Coronación Canónica de Nuestra Señora de los Dolores, la imagen de la Virgen se mantiene expuesta al culto en su capilla de propiedad.
Casualidades de la vida y por motivos de obras en la capilla de la Divina Pastora, hoy en San Lorenzo se encuentra el Santísimo Cristo de las Lágrimas y Buen Viaje. Se recomienda para un profundo estudio la lectura que en el apartado de su obra Escuela Genovesa Artífices del Setecientos en Cádiz le dedica José Miguel Sánchez Peña. Cristo difícil de encajar aunque con elementos propios de la mencionada escuela pero con ciertos guiños a la escuela castellana. Obra enigmática y, a mi modo de ver, anterior al siglo XVIII, con claros referentes al movimiento manierista y en concreto a pinturas de Luis de Morales como modelo.
Se acompaña este Crucificado de la incorporación del San José de La Pastora, que ha sido instalado sobre la primera peana de la titular servita, obra de Seco Velasco de 1943.
Igualmente se expone la talla de San Sebastián, donde podemos apreciar el empleo de la línea serpentinata con claros orígenes en el Manierismo italiano, también proveniente de la Pastora obra de Hita del Castillo, uno de los últimos montañesinos junto a Montes de Oca y Duque Cornejo. Amén del recientemente restaurado busto de San Felipe Benizio por Miguel Ángel Segura, profesor de la Escuela Municipal del Dorado de Jerez, donde podemos apreciar el estilo cercano de Fracesco María Galeano, autor al que se le viene atribuyendo la Virgen de los Dolores titular de esta orden de Servitas. Dolorosa que se presenta esta Cuaresma ataviada con su primer manto bordado, donado por el canónigo Francisco Lara y Arjona, y su Corona de plata dorada del año 1760 con modificaciones en los talleres de Antonio Kiernam en 1992.
No podemos olvidar la reciente incorporación del Niño Jesús Pasionario de clara filiación dieciochesca y como fondo el retablo de Juan Rosado, notable tallista gaditano, con la pintura San Rafael y Tobías del genovés Doménico Parodi, en clara alusión –San Rafael, Medicina de Dios– a estos tiempos de pandemia y trasladada por ello desde el crucero de la capilla para esta ocasión.
Complementan esta inesperada exposición pinturas y esculturas del recinto, como la Divina Pastora obra de carácter popular firmada por Antonio Pino que en palabras del profesor Lorenzo Alonso de la Sierra recuerda a algunas producciones hispanoamericanas, así como el anónimo lienzo de Jesús Nazareno y la deliciosa pintura del Niño Jesús obra de Victoria Martín del Campo, pintora académica supernumeraria de la local de Bellas Artes a partir de 1840, que contribuyó con otros artistas de su época a la decoración de la nueva Catedral con dos cuadros, entre otras obras.
Ocasión única de ver y disfrutar en la capilla de Servitas, siempre desde un punto de vista devocinal y catequético, de un conjunto ideado por el equipo de mayordomía ya de por sí de primer orden pero enriquecido estos días por estas obras incorporadas por las circunstancias mencionadas.
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