La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Una vez le preguntaron a Massimo D´Alema, dirigente del Partido Democrático y primer ministro de Italia, si era creyente:: “la fe es un don y yo no lo tengo”. Algo así me debe pasar a mí. Digo más: creo que el laicismo es el mayor avance de la civilización. La religión y el nacionalismo son las dos grandes causas de muerte en la historia de la humanidad, vean ustedes el caso de los Balcanes o de Rusia.. No se conocen ateos quemando herejes, ni laicos provocando autos de fe, ni apostasías obligatorias. Los ateos, como no tenemos dios no podemos matar en su nombre, ni hacer guerras santas o actos terroristas. Todas las religiones han querido ocupar el espacio público y determinar la acción política, sean cristiano, judíos, hinduistas o musulmanes. En España sigue habiendo curas castrenses pagados por el Estado, crucifijos en los hospitales, decenas de miles de millones de euros que se pagan a las órdenes religiosas para sostener sus colegios, funerales de estado presididos por el obispo de turno, profesores de religión elegidos por el obispado en los colegios públicos, por no hablar de la reiterada ocupación de las calles por procesiones de todo tipo. Es tal la costumbre de los católicos al pensar que el espacio público les pertenecen que no dudan en apropiarse de lugares destinados a otros fines, amparados por los gobiernos, locales en el caso de Cádiz. De hecho el Kichi no solo le impuso una medalla a una virgen y presumió de que salía en la penitencia del Nazareno, sino que apoyó convertir un edificio científico en una capilla: el mareógrafo de La Caleta. Un espacio destinado a la ciencia ahora dedicado a la fe de unos cuantos. Recientemente se ha destinado una garita de vigilancia de las murallas de Cádiz a la advocación de una virgen, en una clara usurpación y una perversión del destino de ese lugar, parte de la red de fortificaciones que rodean el centro histórico. Varios concejales del Equipo de Gobierno apoyaron la iniciativa, desde el concejal cofrade que no sabe poner tildes a la concejala de Cultura que defendió la iniciativa por los vínculos de Cádiz con América, una pirueta dialéctica insólita, igual toda la ciudad debe llenarse de vírgenes por el hecho de que Cádiz estuvo vinculado a ese continente. Un grupo de 10 creyentes ha impuesto sus puntos de vista a 112 mil vecinos , una larga tradición española de fuegos purificadores, quemas de brujas, inquisiciones y autos de fe que pensábamos habían pasado a la historia pero por lo que se ve se reverdece. La religión debe practicarse en los templos y en el seno del hogar, el espacio público nos pertenece, no es privativo de unos cuantos por mucho que invoquen al Hombre del Espacio.
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