Isabel Pece Cellier, in memoriam

ISABEL, amiga, vecina, las orquídeas, fresias, tulipanes, buganvillas, cintas, geranios y rosas, te echan de menos en el jardín, en este martes revuelto, aturdido aún del pasado sábado fatal. No te apures, seguro que habrá alguien que de ellas, tus plantas, se acuerde, y tus cuidados continúe, porque tu ejemplo fue importante.

San Vicente de Paúl seguirá abriendo sus puertas a los que tú, durante tantos años, dedicaste tiempo, trabajo y amor, y habrá quien siga haciendo bien al desarraigado, porque tu ejemplo fue importante.

Tus amigas seguirán yendo al teatro, o al cine, o a pasar el rato en la Mallorquina, o en cualquier otro lugar, para alegrar las penas de los achaques, los sinsabores de lo cotidiano, o el recuerdo de los que ya no están, porque aprendieron de ti, y porque tu ejemplo fue importante.

Contigo muchos aprendieron a encontrar el disfrute en las cosas del día a día, aún cuando estuvieran, en ese momento, viviendo una etapa de la vida en la que el norte se presentara difuso, y los alrededores confusos, porque tu ejemplo fue importante.

Tolerante, dialogante, cristiana de verdad, Isabel siempre estaba alerta para acerarse a quien lo estaba pasando mal en el entorno inmediato, en el más cercano, en el que de verdad vale. Tozuda en la defensa del desvalido, porque hasta el amigo cercano se vuelve tirano del que está próximo a la exclusión social, tu ejemplo fue para muchos importante. Isabel Pece, amiga, buena vecina, responsable ciudadana, madre y esposa, los que de una u otra manera te conocimos en esta etapa transitoria, sabemos que hoy estás en lo más alto, en el Cielo de los justos, entre orquídeas, tulipanes, geranios, fresias y cintas. Descansa en paz.