Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Ramón Castro Thomas
La Junta de Andalucía ha decidido suspender temporalmente las licencias que existen en Andalucía para coger ortiguillas y erizos. Lo hace porque, según señala la propia administración, ambas especies están en “situación crítica”.
Son varias las razones por las que estos dos productos, dos de las insignias de la gastronomía gaditana, están en peligro de desaparición. La administración habla del cambio climático, que ha traído también como consecuencia la llegada de algas invasoras y también la sobreexplotación de estos dos productos que, de alguna manera, podrían morir de éxito.
Es una lástima que se llegue a esta situación y es necesario tomar medidas como ha hecho la Junta de Andalucía porque la desaparición de estos dos productos sería una pérdida importante para la gastronomía gaditana y también, señalan los técnicos, para el propio ecosistema marino.
Los erizos, aunque ya se tomaban muy pocos en los restaurantes y los que había suelen llegar de otras zonas como Galicia, son uno de los platos característicos de esos mariscos “para pobres” que tan populares se han hecho en la Bahía de Cádiz, formando triunvirato con los ostiones, ahora elevados a la categoría de ostras rizadas y con los camarones.
La ortiguilla, sobre todo capturada en el Campo de Gibraltar o en la zona de Chipiona, se había convertido en los últimos años en uno de los productos estrella de muchos restaurantes gaditanos y, además, había dado el salto a establecimientos de fuera. Su popularidad ha subido tanto que ha tenido como consecuencia esta situación.
Será necesaria una colaboración importante de todos los sectores para conseguir salvar estos dos productos. Tenemos el ejemplo del atún rojo, que parece haber salido de la crisis con la colaboración de todos los sectores. Aquí también parece necesario un entendimiento entre la administración, hosteleros y pescadores y se tendrá también que concienciar a los clientes para que no se empeñen en tomar un producto en riesgo de desaparición.
Ojalá se colabore como se ha hecho con el atún y en unos años podamos disfrutar de estas dos joyas de la gastronomía gaditana. Mientras tanto lo mejor es optar por otros productos, que hay mucho y bueno.
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