El bestiario

Tito / Valencia

Participación responsable

16 de octubre 2009 - 01:00

La participación ciudadana es una apuesta de buenas intenciones que no termina por definirse ni ajustarse. La participación, a medida que ha ido avanzando la democracia, se ha ido quedando sin contenido. Yo creo que después del papel determinante que tuvieron los movimientos vecinales en la transición, no han encontrado todavía su forma de participación en una sociedad moderna y globalizada, que se enfrenta a otros problemas, otras necesidades y que requiere un nuevo modelo asociativo; quizás más técnico; más pragmático y más negociador.

La participación tiene la necesidad de reinventarse a sí misma para ocupar un papel, que nadie dude que necesario, que necesita la sociedad. Pero los escenarios sociales son hoy muy distintos, han sido muy cambiantes y sin embargo la participación ciudadana continúa con los mismos modelos. Quede constancia de que la participación ciudadana puede ser individual o colectiva. Pero es indudable que los ciudadanos quieren tener responsabilidad; quieren y deben participar en el diseño y la construcción de su ciudad. Para que una ciudad moderna proporcione los mejores servicios a la población, debe contar con gobiernos abiertos y receptores, dispuestos a escuchar lo que los ciudadanos les quieran transmitir para contribuir a mejorar la política y los servicios públicos. La participación es implicarse en los problemas que les afecten, compartiendo puntos de vista, inquietudes y soluciones. La participación aporta un plus de calidad a la democracia y al gobierno, en este caso local. Pero lo más importante de la participación es que esté muy bien planificada, que cada etapa requiere proyectos muy distintos y por lo tanto una política participativa distinta y con agentes muy distintos. Y fundamentalmente, la participación ciudadana colectiva no puede caminar de espaldas a los ciudadanos.

No sé si esto es lo que pedían los colectivos asociativos reunidos en torno a una mesa que, por iniciativa de los socialistas isleños, reclamaban más participación en nuestra ciudad y que ésta tuviera carácter vinculante. No sé si La Isla requiere en estos momentos más participación o lo que requiere la ciudad de estos colectivos es más implicación. Porque claro, no se puede pedir más participación cuando los ciudadanos están reclamando, están demandando que los colectivos se hagan eco de las demandas de sus ciudadanos. Los isleños están esperando de estos colectivos una defensa de su interés económico y social, perjudicado, y muy perjudicado en estos momentos, por el supuesto robo de los cerca de dos mil millones de las antiguas pesetas de la Caja Municipal y el supuesto caso del alcantarillado. Ni tampoco se piden explicaciones por el gasto desorbitado del gobierno municipal en proyectos que no ven su final y es de dudosa rentabilidad, como puede ser el Parque de la Historia; el Polígono Puente Hierro ( por cierto me gustaría saber quién es ahora el dueño de dicho polígono); y Fadricas y por los proyectos del Bicentenario.

Por lo tanto pedir en estos momentos más participación, cuando los ciudadanos demandan más compromiso en la defensa de sus intereses, no creo que sea lo más adecuado. La participación requiere estar al lado de los ciudadanos, defendiendo sus intereses, y esto a día de hoy no se cumple en nuestra ciudad. A pesar de la dedicación de algunos responsables asociativos. Por consiguiente, más participación sí, pero más responsabilidad también y menos mordaza.

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