La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
Su propio afán
HAn vuelto loco al santo y ahora, ni jugando al escondite, hay -frío, frío- quién lo encuentre. El amor y el sexo a menudo se funden, y soy muy partidario, naturalmente. Pero una cosa es juntos y otra, revueltos, y otra, todavía peor, que el segundo suplante al primero, quedándose con su nombre y con su día. ¿Hoy no era el de los enamorados? Aquello resultaba, tal vez, cursi, pero esto es borde. Fiel a su querencia de sumarse a todo progreso, el Ayuntamiento del PP del Puerto patrocina para estas fechas una "Ruta de la tapa erótica". Yo, ya puestos, la habría llamado "La tapa y el destape", por eso de la paronomasia y el despiporre más carnavalesco.
Pero no dan muchas vueltas a los nombrecitos, no. En el bar Ancalagüela pondrán a su tapa "Partebragas". La de Burladero Puerta 56 se llamará "Paquete torero" y el "Gatillazo" la de El Arte de Picar. "Orgía marinera" propone El Campanario y otros "El salto del tigre", "Cho-Cho de carrillada", "Marcha atrás", "Cocktail James Bond 0069" o "Con un par de huevos". Ea.
No veo a dos tiernos enamorados pidiendo dulcemente nada de esto, aunque soy miope, como salta a la vista. El follón se justifica con que en estos meses fríos "se quiere subir un poco la temperatura". Metáfora sutil y elegante donde las haya, que al menos me permite acercarme -templado, templado- adonde quisiera llevar este artículo. ¿No sería mejor poner calefacción en los bares? ¿Y tomarse una copa o dos de oloroso, qué? Entiendo que hay que promocionarse, pero, ¿no hay otras rutas?
Y, sobre todo, ¿tenemos que vincular la tapa erótica a San Valentín, precisamente? Aunque esto, ya digo, es la tendencia general, y es -caliente, caliente- un signo de los tiempos: confundir el amor con el sexo de una forma tan flagrante o, mejor dicho, tan deflagrante. Que el día de los enamorados se acuda en masa a ver las 50 sombras de Grey lo dice todo. Aunque no hace falta llegar al masoquismo: basta ver las publicidades del día y compararlas con la del día de los enamorados de antaño: "Hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana", ¿recuerdan?
Lo raro es que haya luego quien se extrañe del sexismo que cunde entre nuestros jóvenes. ¿Creen que verle la gracia subvencionada a una tapa que se llama "Rompebragas" ayuda al romanticismo, al amor pleno y al sexo maduro y respetuoso? Que San Valentín nos ampare. Y esto -me quemo, me quemo- es lo que no encontraba cómo decir.
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