Tutti frutti

Es uno de los pocos helados que siguen y, aunque nadie dice que es su preferido, seguroque lo piden a escondidas

23 de agosto 2023 - 00:00

En el mundo de la alimentación siempre ha habido clases, productos de los que presumir y cosas que nadie confiesa pero que luego todo el mundo come. Nadie confesará que le pone mayonesa al gallo empanao, pero en la intimidad cuando nadie te ve utilizas hasta cuchara sopera para atiborrar a pegotones al trozo de pescado.

En el tema de los helados pasa lo mismo. Es un mundo complejo ahora dominado por los sabores estos de las galletas Oreo, o el helado ese color pitufo que no sé ni que lleva, pero que nunca me he tomado porque me recuerda siempre al fondo de una piscina, y no me imagino yo dándole chupetones a una pared de piscina, con lo feo que sabe el cloro.

Recuerdo que cuando era pequeño solo había vainilla, fresa, limón, chocolate, turrón y Tutti Frutti, que era algo que había en todas las heladerías pero que nunca pedía nadie… salvo mi madre, que siempre ha sido de Tutti Frutti.

Ahora visitar una heladería es difícil, porque mientras que ves la multitud de sabores y pides explicaciones sobre alguno de ellos ya se te han quitado las ganas de merendar. Cuánta dificultad. No entiendo muy bien esos helados de tocino de cielo o los de tarta de queso, ni entiendo tampoco esa obsesión que hay ahora en los restaurantes donde cualquier postre que te pidas va siempre acompañado por una bola de helado. Aunque te pidas una torrija o un arroz con leche te colocan un bolazo como de regalo.

¿Se puede conocer a la gente por el helado que pide, lo que antes se llamaba un mantecao? No sé si hay algún estudio de la Universidad de Massachusets que lo haya analizado, o si le puedo preguntar a la inteligencia artificial y esta me da una clasificación. Ten cuidado con los que pidan Straciatella, porque tienen tela, podría concluir el engendro cibernético.

El helado de Tutti Frutti ha resistido al tiempo. Es uno de los pocos que continúa en todas las heladerías y aunque nadie nunca te dice que es su preferido, a escondidas seguro que se lo piden, camuflado junto a uno de mango, que da mucho prestigio pedírselo. Es el momento de ser valientes en cuestión de gustos heladeros. Atrévete a pedir sin complejos el de Tutti Frutti y si alguien te mira con ojos chungos dile directamente: “¿Quiere?”

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