Anora

La colmena

05 de marzo 2025 - 03:04

Habían escuchado hablar de Anora? Es la historia de una stripper que se casa con el hijo de un oligarca ruso. A mí me había pasado completamente desapercibida. Ahora sé que se alzó hace un año con la Palma de Oro en Cannes, que ha deslumbrado en los Bafta y que no deja de sumar reconocimientos. Sobre todo de la crítica; entre el público, hay de todo. Quienes se rinden a la estética y la valentía de poner el foco en las trabajadoras sexuales y quienes solo ven una comedia mediocre y aburrida, a la que le sobra metraje y banaliza la prostitución sin salir del viejo esquema de la chica idealista que sueña con su príncipe azul. Un cuento de hadas a lo pretty woman (nada subversivo) que bascula entre el capitalismo salvaje de Las Vegas y lo más profundo del hampa.

Solo unas horas después de que se haya convertido en la inesperada ganadora de los Oscar de este año, ya pueden verla sin moverse del sofá en Movistar+, en Amazon Prime o en Filmin. Eso sí, con un buen extra de alquiler. Hablamos de cine y de cultura pero también de ganchos y de negocio. En todos los circuitos y en todas las pantallas. Bien, pagaré.

Tengo mucha curiosidad por saber cómo un cineasta alternativo como Sean Baker, con seis millones de presupuesto (una insignificancia en Hollywood), ha enamorado a los académicos y cómo una jovencísima actriz (Mikey Madison) ha dejado sin estatuilla a Demi Moore. Ya sabíamos que la española Karla Sofía Gascón se vendría de vacío y, justo por eso, pocas quinielas dejaban a la protagonista de Ghost sin el Oscar por La sustancia.

Gana el “cine independiente”. ¿Pero realmente es independiente? Por encima de la película (bajaré las expectativas para no frustrarme antes de tiempo), cada vez me inquieta más cómo manoseamos las palabras y las distorsionamos para imponer un discurso prefabricado, interesado y más que cuestionable sobre lo rebelde y lo contestatario. Debería ser disruptivo y transformador pero se queda en lo socialmente aceptable. ¿Toca situarse en lo cool de lo alternativo aunque lo alternativo sea más de lo mismo? Ha ocurrido con el movimiento woke. Se popularizó como icono de la defensa de la justicia racial, de los derechos de las minorías, del feminismo o del cambio climático y se ha terminado ridiculizando y rechazando como símbolo de lo extremo y del activismo exagerado.

El lenguaje no es neutral; ningún lenguaje. Tampoco el del cine aunque nos relajemos con la ficción. Colocarse un apellido no significa serlo. Me temo que el caso Anora es una gota en el océano.

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