¿Eso qué carajo es?

06 de julio 2024 - 03:05

He de reconocer que no tengo ni idea sobre diseño gráfico, pintura o artes plásticas en general, en realidad no sé de nada. Como me dijo una vez un delineante: no tengo acreditación para opinar. Pero como uno es osado en esta y en otras materias, voy a decir que todo lo concerniente al cartel de carnaval no tiene ni pies ni cabeza. Cuando llegó el kichismo al poder, en aras a la participación popular en los procesos orgánicos de toma de decisiones, el foco irradiador, la casta, los de arriba y los de abajo, toda esa parafernalia que gustaba a los de Podemos sector Anticapi, lo pusieron así. Lo de la participación popular antes o después de la irrupción de un jurado, no deja de ser un mamarracho. Ahora ha irrumpido la Inteligencia Artificial y resulta que los carteles tienen intervención de máquinas. Digo yo, desde mi acreditada ignorancia, que hubiera sido mejor que se le encargase a alguien. Ya se hizo, por ejemplo, con Hernán Cortés, a mi desacreditado juicio, el mejor cartel de carnaval que yo recuerde. Incluso el de Alberti (“¿qué carajo es eso, dios mío de mi alma?”) tenía la gracia de ser de quien era, incluso sirvió para que Los Borrachos le cantaran un cuplé. Mi osadía me lleva incluso a decir que los carteles de Semana Santa, desde que la Junta de Cofradías los encarga a pintores reconocidos, son mucho más bonitos y originales. Curioso que los capillas le pasen la mano por la cara a los carnavaleros. Por supuesto el encargo no garantiza un gran resultado, el ejemplo es Eduardo Arroyo, fichado por Teófila Martínez con la intermediación de Paco Cano, cuando eran amigos. El resultado fue espantoso hasta el punto de que ya nadie se acuerda de Arroyo (ni de Paco Cano, salvo los daminficados y el Kichi, que tanto lo quería).Ahora los que usan la IA le ponen unos payasos o similar, le añaden una balaustrada o un pito de caña , una torre mirador o la fachada de la Catedral, queda muy alegre y gaditano. Si le cambian el fondo, sirven lo mismo para el carnaval de Mondoñedo que para el de Cádiz. Digo yo que lo mejor que puede hacer el Ayuntamiento es suprimir el concurso, encargar un cartel o coger un cuadro y poner las letras que quiera. Supongo que habrá reclamaciones de todo tipo, que en España somos de recurrir cualquier cosa, incluso puede que el asunto llegue al Tribunal Constitucional porque se haya conculcado algún derecho fundamental de un gachó con una máquina, o que el que hizo el cartel no tenía el acceso reconocido por la aplicación que ha puesto el Gobierno, eso que los más salvajes han dado en llamar “pajaporte”, nunca se sabe hasta dónde llega el control del Gran Hermano sobre nuestras vidas, que Escrivá o Pedro Sánchez nos miran por un agujerito.

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