El balcón
Ignacio Martínez
Mazón se enroca
Con la venia
Quiero hoy hacerle un sentido homenaje a José Antonio Barroso Toledo, actual alcalde de la villa de Puerto Real. Fuentes generalmente bien informadas aseguran que Barroso deja la alcaldía a favor de Antonio Noria. Es una gran desgracia para la Bahía de Cádiz, para España y la Humanidad. No podemos consentir que Barroso nos deje desamparados en estos momentos de zozobra. Es la luz que ilumina nuestros días, la quinta espada del marxismo, fino analista republicano y reputado estratega de las revoluciones martiana y bolivariana. Sin él nada será igual. Por este motivo desde aquí quiero animarle para que siga en su puesto, que no nos abandone ni de noche ni de día. Si nos abandona, ¿qué será de mí? No volveremos a tener su verbo florido, su peculiar manera de entender la política, su oratoria castelarina, su política comprometida con los parias de la tierra y la famélica legión. No es que Puerto Real pierda una piedra angular de su futuro, es que la provincia de Cádiz pierde a uno de sus actores políticos principales. Es una desgracia que no nos podemos permitir. Seguro que Barroso tiene una solución clara y directa para resolver la crisis económica mundial. Si deja la política nos quedaremos sin esa y otras recetas mágicas. ¿Cómo va a llegar la Tercera República sin el singular alcalde puertorrealeño? Digo más, ¿qué va a ser de los best seller políticos de autores de primer nivel sin este compulsivo lector? ¿Quién leerá a Jesús Cacho o a Amadeo Martínez Inglés? Pero la cosa no queda aquí. Si no es alcalde, ¿nadie irá a acompañarle cuando vuelva a comparecer ante Grande Marlaska?
Pero como las desgracias nunca vienen solas , estoy también muy preocupado por la repercusión que la crisis del ladrillo puede tener en los negocios de su hermano, gran emprendedor e innovador económico. Y por si esto fuera poco, el todavía alcalde parece lesionado. El otro día iba con muleta, por lo que a uno le cabe explicación de los motivos por los cuales el Real Madrid fue eliminado en la Liga de Campeones. En fin, que aquí estoy triste, solo, fané y descangallado, esperando a que se desmienta la noticia o a que Barroso reconsidere su decisión. Se han recibido telegramas en el Ayuntamiento de Puerto Real de Hugo Chávez , Raúl Castro y Daniel Ortega. Fidel, por su parte, le ha ofrecido a Barroso un chándal para su retiro, aunque las malas lenguas dicen que va a tener un puesto de trabajo donde ofrecernos su inagotable caudal de conocimientos. Esperemos que así sea. Es un consuelo para todos sus admiradores, entre los que me incluyo.
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