La Rayuela
Lola Quero
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Buenas noticias. Según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España 2024, presentado ayer, la lectura continúa creciendo en España. Por primera vez el porcentaje de españoles que lee supera el 65% de la población, 1,4 puntos más que en 2023, reduciéndose a un 34,5% el porcentaje de españoles que no leen nunca o casi nunca. Por tramos de edad los más lectores son los más jóvenes: el 82,5% de los niños de 6 a 9 años (importante: con una tendencia al alza en los hogares con menores de 6 años cuyos padres leen libros) y el 75,3% de la población entre 14 y 24 años. Creciendo también la lectura entre los mayores de 65 años con un incremento de 10,6 puntos porcentuales en los índices de lectura. Como viene siendo habitual, las mujeres lectoras ganan a los hombres: en 2024 creció el porcentaje de mujeres que leen, situándose en el 71,7% del total, superando a los hombres en todos los tramos de edad e incrementándose la distancia entre ambos sexos desde el último barómetro (12,7 puntos porcentuales frente a 9,3 puntos en 2023). Otra buena noticia es que la librería tradicional sigue siendo el principal canal de compra de libros y que el libro en papel sigue ganando ampliamente a los soportes digitales, aunque estos hayan crecido. El libro –tacto, olor, compañía visible que envejece con nosotros– es esencial. Estamos aún lejos de los países más lectores de Europa, pero también más cerca de ellos que nunca.
Son buenas noticias porque nada es más importante en la historia de la humanidad que el libro. Solo Dios, a quien también conocemos gracias a un conjunto de libros que los judíos llaman Tanaj y los cristianos Biblia. La historia se inicia con el descubrimiento de la escritura que permite fijar y transmitir el lenguaje, la palabra que, según Heidegger, es la casa del Ser en cuyo hogar habita el hombre. La humanidad ha avanzado, transmitiendo sus conocimientos de generación en generación, gracias a la escritura conservada en los más diversos soportes hasta el descubrimiento del papel. Junto a la caída de Constantinopla y el descubrimiento de América, la imprenta es uno de los elementos esenciales de la transición a la Edad Moderna. Y si lo es en la historia de la humanidad, también en las vidas de muchos de nosotros –amores personales aparte– nada es más importante que la lectura y los libros que nos acompañan fielmente desde nuestra infancia.
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