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Empiezan los actos… ¿de qué? ¿De conmemoración de los 50 años de la muerte de Franco y la llegada de la democracia? Mentira. Celebran los italianos el 25 de abril la Festa della Liberazione para conmemorar el fin del fascismo y la ocupación nazi de Italia, derrotados por los aliados y los partisanos. Mussolini fue fusilado y colgado por los pies en el Piazzale Loreto de Milán. Se suma Alemania el 8 de mayo a las celebraciones aliadas de la derrota del nazismo. Ocho días antes Hitler se había suicidado. No fue el caso de Franco. Cinco años después de 1945 la Asamblea General revocaba los acuerdos adoptados en 1946 sobre la retirada de los embajadores y la pertenencia de España a organismos internacionales. Seis años después España ingresaba en organismos de las Naciones Unidas. Ocho años después se firmaron los Pactos de Madrid. Diez años después España ingresaba en la ONU. Catorce años después Franco se paseaba triunfalmente con Eisenhower por las calles de Madrid. Los victoriosos aliados aplicaron a Franco la frase sobre Somoza que se atribuye a Roosevelt: “Sí, es un hijo de puta. Pero es nuestro hijo de puta”.
Así hasta que en 1975 la muerte de Franco en el poder –no vencido como sus antiguos aliados– hizo posible el inicio de la Transición, que no la democracia. Para que esta llegara fue necesario que un rey nombrado como sucesor por Franco y proclamado por las cortes franquistas nombrara un presidente del Gobierno que había sido ministro-secretario General del Movimiento, y que este encargara a otro ex ministro-secretario General del Movimiento y vicepresidente del Gobierno con Carrero Blanco, la Ley para la Reforma Política, aprobada por las cortes franquistas el 18 de noviembre de 1976 y sometida a referéndum el 15 de diciembre. Tras ello vinieron las legalizaciones de los partidos políticos y las elecciones de junio de 1977, que dejaron clara la voluntad centrada de los españoles que dieron 6.310.391 votos a UCD y 5.371.866 al PSOE frente a los 1,709.890 y 1.504.771 del PCE y AP.
No 1975, fecha incluso humillante para la oposición democrática que tuvo que esperar a que Franco muriera en el poder, sino 1977 es el cincuentenario de la democracia como inicio del trienio que culminaría, tras la aprobación de la Constitución, con las primeras elecciones constitucionales de 1979. Historia, educación y siete llaves al sepulcro de Franco.
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