Confabulario
Valéry , 1918
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se pone delante de la cámara, como cada semana, y anuncia que la lucha contra la pandemia va por buen camino y, como primera medida dentro de la desescalada digna de ser mencionada informa del retorno de la liga de fútbol a partir del próximo 8 de junio.
Tal vez ahí el presidente hizo un dibujo a la perfección de las prioridades de una parte de nuestra sociedad. No anunció inversiones millonarias en la mejora de la sanidad pública, en la promoción de la investigación o en la necesaria mejora de la formación. Habló de fútbol, del retorno de la competición, aunque eso sí: manteniendo una relativa norma de seguridad sanitaria pues los partidos se celebrarán a puerta cerrada.
A menos de dos semanas para el 8 de junio, los clubes, futbolistas y aficionados están de enhorabuena. Por el contrario, el calendario se mantiene, por el momento, para quienes quieren seguir con su formación universitaria.
Ya han asumido que los centros no se van a abrir, pero hay un abundante número de estudiantes gaditanos que estaban inmersos en su última fase de formación, metidos de lleno en los master, master habilitantes y doctorados, esenciales para su entrada en el mercado de trabajo. Bien formados, como necesita este país.
Esta formación se ha visto interrumpida parcialmente con el estado de alarma y con la imposibilidad de viajar a otras provincias, cuando estos estudiantes imparten estas clases en universidades ajenas a su residencia habitual. Más allá de pisar aulas, necesitan del contacto con el profesorado o la búsqueda de documentación más allá de la que hoy nos aporta internet.
Nada de eso pueden hacer. Se asume. La salud es lo primero. Hasta que el presidente del Gobierno da fecha para el inicio de los partidos de fútbol.
A partir del 8 de junio podrán venir los madrileños del Rayo Vallecano (de Madrid, que está en una fase por detrás de Cádiz en al desescalada). Si nos fijamos en el calendario del Ministerio de Sanidad, estos jóvenes que cursan estudios en otras provincias, aunque estén a cien kilómetros de su casa, tendrán que esperar hasta que llegue la nueva normalidad a partir del 22 de junio.
Dice Sánchez que algunas comunidades podrán ir adelantando fases en al desescalada, lo que debería de beneficiar a quienes priorizan su educación. Andalucía, salvo Málaga y Granada, ofrecen afortunadamente buenas cifras en la lucha contra el coronavirus. Habrá que ver si en su próximo mensaje, el presidente da también buenas noticias a los estudiantes, no sólo a los futbolistas.
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