
La esquina
José Aguilar
Política cateta, miope, alicorta
El pinsapar
Sabes lo que es el miedo pero puede que ignores su definición: angustia por un riesgo o daño real o imaginario. En aquel Bachillerato yo memoricé algo que no he olvidado. Empezaba por ‘distensio animae’, una tensión del alma ante un mal futuro o próximo que nos acechaba. Temor, pavor, espanto, pánico, terror, horror, fobia serían símiles. Una segunda acepción nos habla de recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea. En verdad el miedo aparece de improviso y se instala en nuestro ánimo. Cuando se hizo inevitable el ascenso de Maduro a la Presidencia de la República, por la fuerza e ilegalmente, tuve la fantasía de que un gran ejército de países cercanos a Venezuela se aprestaran en las fronteras del país para impartir la necesaria justicia y deponer y juzgar al presidente fraudulento y su gente más prominente y cercana. Inmediatamente pensé que, aun siendo previsible el triunfo del ejército aliado a favor de la democracia en la República venezolana, habría un alto coste de vidas humanas. En la Europa de los años cuarenta hubo una intervención armada contra la Alemania nazi y la Italia fascista. Hubo un alto coste de vidas humanas. Ahora un país -Rusia- ha invadido Ukrania, un país soberano e independiente. Es una verdadera declaración de guerra, con bombardeos indiscriminados e invasiones del territorio. Los Estados Unidos y la Unión Europea se han alineado claramente con Ukrania y han ayudado militarmente a la república invadida y masacrada, pero no han dado un paso más, no han puesto a sus ejércitos en disposición de reconquista y devolución a la nación invadida. Hubiera tenido un alto coste de vidas humanas. Y mucho miedo para las poblaciones puesto que Rusia, el país agresor, dispone de un arsenal atómico dispuesto -nos dijeron- para ser empleado. Entre medio todas las mentiras, como es conocido. Ahora, con la llegada Trump a la presidencia de los Estados Unidos, las naciones europeas han sido puestas contra la pared, o entre la espada y la pared. ¿Por qué después de Ukrania no va ir Finlandia, los países bálticos, Polonia, Eslovaquia…? Trump, presidente ahora de uno de los grandes países garantes de las fronteras vulneradas por Putin, quiere Canadá y Groenlandia. Y le ha dicho a Europa que se las apañen solos (más o menos). Ayer se reunieron en Ryad. ¿Se parece algo todo esto al famoso pacto Ribbentrop-Molotov, esa vergüenza histórica de nazis y comunistas para repartirse Polonia? Da miedo todo, siempre hay un peligro cercano o lejano que nos acecha. Ayer se reunió una parte del mundo en París. Sin los EE.UU. Más miedo todavía.
También te puede interesar
La esquina
José Aguilar
Política cateta, miope, alicorta
El balcón
Ignacio Martínez
Sin humanidad no hay democracia
Crónicas levantiscas
Juan M. Marqués Perales
Los cuervos sobre el Vaticano
Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Insulte más y mejor
Lo último