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Kiko / Cuadrado

No digo diferente. Digo raro

08 de febrero 2012 - 01:00

MÁS de un veterano "de guerra" recordará aquel eslogan turístico que se hizo famoso en tiempos de Franco: "Spain is different". Fue uno de los primeros tras la posguerra y el más recordado de Turismo de España. Aunque lo de diferente ha dado mucho juego, porque ha servido para destacar las virtudes de lo español, hasta para despotricar de esa diferencia que nos margina y nos hace desiguales con respecto al resto de estados que componen la Unión Europea. Esa que rigen con mano dura a su libre albedrío alemanes y franceses.

De todas formas, aquí las cosas siguen siendo diferentes para lo bueno y para lo malo. Poniendo ejemplos y comparando cosas, nos trasladamos al Reino Unido. Una multa de tráfico del año 2003 le ha costado la dimisión al ministro británico de Energía, Chris Huhne. Ha sido el resultado de una investigación policial de ocho meses, sobre la actuación del aludido ministro liberaldemócrata y la de su ex esposa, Vicky Pryce, quien también será procesada por este caso. Esta segunda, mala persona que ha querido hacer daño a su ex, pero antes que mala es gili, porque ella también está pringada. Huhne, de 56 años, será procesado por supuestamente haber pedido a su ex mujer, economista de profesión y tonta de vocación, que aceptase por él la pérdida de puntos en el carné de conducir a fin de evitar que le fuera retirado. Señores: ¡dimite por una multa de tráfico! En la Spain different eso es impensable ciento por ciento.

En España, cientos de políticos han sido imputados por saqueo, en definitiva por ladrones, por conducir con una borrachera como un piano, por acoso sexual, etc. y nadie dimite. Somos diferentes. Sin salir de Las Islas, nos topamos con un asunto escabroso: las acusaciones de racismo contra el futbolista John Terry, ya tienen una consecuencia deportiva directa en su carrera, ya que la Federación Inglesa de Fútbol anunció que el jugador del Chelsea deja de ser el capitán del equipo que dirige Fabio Capello. Digo escabroso porque solo es un presunto y habría que ver si realmente es culpable. En Inglaterra no se andan con chiquitas, incluso cuando estamos hablando de un deporte de contacto, en el que las pulsaciones están por las nubes y en ese fragor del combate uno puede decir perrerías al rival y al minuto arrepentirse.

En nuestro país tenemos un caso muy claro, de un jugador blanco, que ha proferido insultos racistas reiteradamente contra otro jugador negro, en imágenes repetidas por televisión. No se le ha castigado, además su entrenador lo ha defendido a capa y espada. Somos diferentes.

Aunque basta ya de diferentes. SOMOS RAROS, como dice en una de sus canciones el grupo español Fito & Fitipaldi. Dice Fito: "Ruinas.... ¿no ves que por dentro estoy en ruinas? Mi cigarro va quemando el tiempo, tiempo que se convirtió en cenizas. Raro!! .... no digo diferente digo raro!! ya no sé si el mundo está al revés o soy yo el que está cabeza abajo…" Eso me pregunto con frecuencia, de verdad. Pero siempre salgo de dudas. Me viene a la memoria aquello de: ¡Una, Grande y Libre! de la época "imperial". Indivisible, negando la posibilidad de cualquier separatismo, e imperial, por el Imperio perdido en América y el que se quería construir en África. Aunque mis dudas se aclaran definitivamente por lo de Grande, porque España es más grande que Portugal, Cataluña, Chipre, Islandia o Barbarte (de Franco). Lo de Libre porque podemos pensar lo que nos de la gana y lo más importante de todo, lo primero: UNA, porque si hubieran dos el noventa por ciento de los españoles nos iríamos a la otra.

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