Yo te digo mi verdad
Manuel Muñoz Fossati
Un idioma de pobres
Opinión
LA imagen de la Virgen del Rosario que se denomina popularmente como 'La galeona', no es la única en nuestra ciudad que ha surcado el Atlántico y navegado en este tipo de naves en el transcurso del siglo XVIII. Así la crónicas apuntan a otra en la Capilla de la Divina Pastora, que fuera donada por el gaditano D. José de Rojas Recaño. Éste tenía los que denomina "su casa principal"en la entonces calle de la Amargura (luego Capuchinos y actual Sagasta) la que había heredado de sus padres. Su educación castrense se había configurado en el Castillo medieval como Guardia Marina y en el transcurso de su vida logró alcanzar el rango de Teniente General de la Real Armada, Capitán General y Gobernador político y militar de la ciudad de Cartagena en el Levante. Ciudad ésta donde falleció el siete de octubre de 1794. Fue además Caballero de la Orden de Santiago y ostentó además los títulos de Marqués de Casa Rojas y de Conde de Casa Recaño.
Así pues y centrándonos en el tema que nos ocupa, señalan las crónicas que fue en 1753 cuando "habiendo arribado a este puerto el navío de guerra El Fuerte, que la (la imagen de Divina Pastora) traía a su bordo como patrona, su comandante D. José Rojas solicitó y obtuvo de la referida corporación trasladarla a la citada capilla, la cual se llevó a efecto el día catorce de octubre del citado año, siendo conducida desde el muelle con asistencia de la cruz parroquial del Sagrario, una diputación del Cabildo secular, el cuerpo de la hermandad y multitud de jefes, oficiales y personas distinguidas: teniendo lugar al siguiente día una solemne fiesta en su obsequio, lo que contribuyó en alto grado a propagar en esta ciudad su culto y devoción".
Imagen que quedó en el Panteón de la Capilla, y de la que sólo se tiene constancia que saliera en procesión en 1867 cuando las mismas crónicas informan: "Este año la Archicofradía de la Divina Pastora sacó procesionalmente en la tarde del quince de agosto, en cuyo día celebra su fiesta, la imagen de su titular que se venera en el panteón de la capilla de su nombre, cuyo religioso acto tuvo lugar en el mayor lucimiento."
A partir ya de 1868 sería la titular del templo la que presidiera aquella prcesión de culto externo. Por su emplazamiento en la cripta posiblemente no sufriera desperfectos en los acontecimientos y saqueos que precedieron a la Guerra Civil. Aunque desconocemos su estado actual, se puede estimar que quedará dentro de la restauración que se está llevando en aquella capilla. Sobre este aspecto llamar la atención sobre la paralización que ha sufrido este proyecto de rehabilitación sin que se conozca fecha concreta para su conclusión.
Por otro lado se hace necesario que la opinión publica tenga conocimiento también de las expectativas de futuro que planean sobre edificios religiosos tan señeros como por ejemplo es el Convento de Santa María del que se desconoce el momento de inicio de sus obras, después de nueve años de permanecer cerrado. En nuestra memoria está el proceso que siguió el tristemente desparecido Convento de los Capuchinos después de años de abandono, allá por la década de los ochenta del pasado siglo.
Hemos de pensar sobre todo, en la cercanía e inmediatez de una fecha tan significativa para todos como el 2012 cuando la ciudad debe vestir sus mejores galas para enseñar a los visitantes.
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