Inmigración ilegal y violenta

25 de febrero 2025 - 03:04

Imaginemos, y deseemos, como quiere la ultraderecha (y últimamente cada vez más la derecha), un mundo sin migrantes ilegales, es decir un planeta en el que todos hubiéramos viajado siempre con contratos de trabajo y con la única intención de contribuir con nuestro esfuerzo tanto a nuestro bienestar como al del país que generosamente nos acoge. Pensemos por un momento cuán distinta sería la Historia si este fenómeno no se hubiera dado nunca, si todo el que llegara a un país extranjero lo hubiera hecho siempre convencido de que debe respetar y obedecer la cultura y las leyes de esa tierra que le recibe, y que por supuesto cumpliera ese propósito a rajatabla.

Probablemente, el mundo habría sido mejor desde el principio de los tiempos, pero dudo mucho de que el resultado fuera del gusto de quienes más alto y fuerte proponen ese plan de soberanías nacionales exacerbadas. Empezando por el mismo Donald Trump, constructor (sobre todo de muros), tendría que haber llevado en su exaltado programa proteccionista el plan irrenunciable de devolver todas sus tierras a los auténticos americanos, es decir los llamados indios o, despectivamente, pieles rojas, que no sólo no vieron respetadas su cultura y sus tierras sino que fueron casi exterminados por esos blancos que llegaron a su país, y que ahora se proclaman guardianes de un territorio robado.

Sin ir tan lejos, aquí en España, los adalides de Vox y toda su corte de anti inmigrantes y ‘desokupas’ no podrían estar celebrando a voz en grito las grandezas del Imperio que les es tan querido, ni las hazañas americanas de los conquistadores, tan exaltadas en discursos, libros y panfletos. Porque esa sí que fue, en puridad y atendiendo a los propios criterios de los ultras, una inmigración ilegal y violenta, y por supuesto nada respetuosa con las normas sociales, lingüísticas, religiosas o políticas de los pueblos que tan amablemente nos dejaron pasar para que les lleváramos la fe verdadera, sin la cual no sabemos cómo pudieron sobrevivir durante miles de años.

Sin embargo, ya ven, es tremendamente fácil convencer a la gente, con mentiras y datos falsos sobre delincuencia y seguridad, de que ahora los llamados inmigrantes ilegales vienen a quedarse con lo nuestro, violar lo nuestro, comerse lo nuestro, pasear por lo nuestro... sin preguntarnos de dónde viene todo esto que tenemos y ni siquiera de dónde venimos nosotros.

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