La aldaba
Carlos Navarro Antolín
¡Anda, jaleo, jaleo!
La quinta columna
El Estado Islámico de Irak y El Levante (ISIS) pasó a autodenominarse, el pasado 30 de junio, Estado Islámico (IS), para declarase universal, "de todos los musulmanes del mundo" en palabras de su líder Abu Bakr al Baghdadi.
El hecho tiene mucha importancia, no es una mera cuestión semántica, y se refleja en un mapa editado por los asesinos yihadistas que incluye, como regiones a "recuperar" en cinco años, una buena parte de Europa, toda la cuenca Mediterránea y, desde luego Al Andalus, es decir España y Portugal enteras, hasta los Pirineos.
Continuamente nos llegan vídeos de masacres a cristianos, chiíes, yazidies, y en general contra cualquiera que piense distinto que ellos, incluidos musulmanes suníes que se atreven a contradecirles. La decapitación del periodista norteamericano Foley, después de dos años de secuestro, es solo una demostración pública de lo que son capaces de hacer y del reto que lanzan a Occidente, a quienes nos califican de tontos si pensamos que van a pedirnos visados para venir a atacarnos. No los necesitan, tienen pasaportes norteamericanos, británicos, austríacos, españoles…, son nacidos en Occidente de segunda o tercera generación de emigrantes, curtidos en las guerras de Afganistán, Mali, Siria, Irak, Egipto, Libia…
Según algunas fuentes en la zona, los efectivos actuales del crimen islamista sobrepasan los 80.000, de los que 20.000 son nacidos en países occidentales, y se incrementa en unos 6.000 mensuales. Los vídeos publicados son una bandera de enganche para los dudosos y ya estamos viendo, en nuestro propio país, detenciones de jóvenes musulmanes fanatizados que pretenden unirse a los combatientes.
La opinión pública occidental no es consciente, o no quiere serlo, del enorme trabajo de nuestros cuerpos de seguridad para prevenir la comisión de atentados terroristas y gracias al cual gozamos de una relativa tranquilidad, que no valoramos suficientemente. Más bien al contrario, hay políticos españoles que se permiten ofender a nuestra policía y cuestionar su trabajo, mientras tres guardiaciviles mueren rescatando a un montañero. ¡Serán cretinos!
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