Juanma, Vox y Morante

La elasticidad ideológica de Juanma Moreno se resiente, sabíamos que era ecologista, andalucista y hasta antifranquista, que le hacía guiños al partido de Teresa Rodríguez y que era más admirador de Felipe González que de Manuel Fraga, pero en las últimas semanas se ha producido un nítido acercamiento a Vox que resulta incompatible con la moderación y se aproxima –y lo expreso con respeto– al engaño.

El punto de equilibrio aristotélico es distinto al de la media aritmética, es otro concepto, uno es moral y político, el otro, matemático. Al cinco se puede llegar mediante la suma y posterior partición del uno y el nueve, los extremos, pero lo coherente es aproximarse por los medios. De un híbrido de Pablo Iglesias y Santiago Abascal no se obtendría un democristiano, sino un nacionalsocialista.

En el caso de Juamma Moreno es esclarecedor, por cuanto debe su mayoría absoluta a que mucho votante progresista, incluso sindicalista, apostó por su fortaleza para que se desembarazase de Vox, aliado parlamentario de su primera legislatura. Pero una vez resuelta su incursión en la izquierda, parece querer probar la misma suerte en el extremo derecho.

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, recibió la semana pasada el plácet de San Telmo para sacar adelante los presupuestos municipales mediante una transacción que le permite a Vox alardear de haber debilitado a los enemigos de su guerra cultural: los inmigrantes, los cooperantes, el movimiento memorialístico y las defensoras del derecho a la interrupción del embarazo.

Ya José Luis Sanz y Vox quisieron formar una coalición de gobierno hace un año, pero Juanma Moreno paralizó una operación que ahora sí se edita aunque con otro formato, el PP y el partido de Abascal se han casado en el Ayuntamiento de Sevilla. ¿En alguno más? Es posible que en donde haga falta. ¿También en la Junta? Este será uno de los grandes asuntos de la campaña de las próximas elecciones autonómicas, pero es posible que Moreno ya esté haciendo cálculos para 2026 y le convenga pasar del menosprecio al agrado. Y como nada es gratuito en San Telmo, también merece la pena fijarse en la visita que Moreno realizó el domingo pasado a Morante de la Puebla con motivo del encierro de los toros en su localidad ribereña.

Morante, qué bien torea en los ruedos. Como Juanma Moreno, aunque a veces se le nota el engaño.