
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Rearme y mili
En la Transición los de Fuerza Nueva se ponían un pin con la bandera española, con la bandera andaluza los del PSA y con la bandera republicana la gente de izquierdas. Era un pequeño gesto hacia la gente para identificar sus creencias. De ahí se pasó a las banderitas en el reloj, sobre todo las rojas y amarillas, con lo que los más patriotas querían significarse como defensores de la unidad de España que nos decían, hace 45 ó 50 años, que estaba en peligro. Ahora estos mismos patriotas llevan pulseritas con la bandera, los más escandalosos se ponen tirantes o cinturones, usan ropa de marca Spagnolo, fachaleco y gomina, para que quede claro cuál es su postura, contra la supuesta ruptura de España. Muchos colocaron en los balcones la bandera española, unas veces por propia iniciativa y otras a requerimiento de Mariano Rajoy. En el lado opuesto la gente empezó a poner banderas republicanas, banderas arco iris, saharauis y ahora banderas palestinas, para que todos supiéramos sus puntos de vista. Hubo un tiempo que ponían banderas griegas, como rechazo a la austeridad, hasta que el gobierno de Grecia tuvo que recular cuando se quedó sin dinero. También he visto banderas cubanas, a pesar de la miseria en la que tiene sumido el gobierno de ese país a sus ciudadanos. Ahora la moda consiste en llevar una pañoleta palestina, kufiya, como elemento de adorno donde se quiere dar a entender lo solidario que es el que la lleva. Se dio la paradoja que el que fue eurodiputado de IU Manu Pineda (hoy colocado con salario en el mismo Parlamento) se fue con su pañoleta a la toma de posesión del sanguinario y corrupto dictador venezolano para celebrar que había robado las elecciones. En esta moda revolucionaria las mujeres empezaron tiñéndose el pelo de morado o de rojo, como el que despliega una bandera , para que todo el mundo sepa que son muy de izquierdas y/o muy feministas. Ahora la tendencia consiste en no teñirse las canas como una muestra de ese anglicismo de moda, empoderamiento. No sé de qué manera las canas pueden darle poder a mujeres que luego van al gimnasio o a sesiones de estética. De hecho, Pepe Barroso se pone farmatín, puede ser que las canas solo empoderan a las mujeres. A mí, sin ir más lejos, me encantaría tener pelo para verme en la disyuntiva de si me lo teñía o no, eso que me ahorro. Podemos puso de moda llevar camisetas con mensaje, lo hicieron en la toma de posesión de Kichi como alcalde y la primera vez que llegaron al Congreso de los Diputados. Ahora se ha quedado José Ignacio García como el último mohicano de las camisetas reivindicativas de la educación y la sanidad pública, incluso del ceceo. Yo creía que al Parlamento se iba a hablar, rarezas mías.
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