Enrique García-Máiquez

Preliminares COAC
Orden de actuación

Montero y Moreno

Su propio afán

25 de enero 2025 - 03:04

Ee primeras, no di importancia al desembarco regional de María Jesús Montero. Le tengo mucha fe al sentido del ridículo del andaluz y a su concepto de su dignidad. Y Montero sobreactúa hasta el alipori y sus actuaciones para favorecer a los nacionalistas, en detrimento del sur, tienen que pasarle factura electoral. Su etapa andaluza tampoco fue brillantísima y a ver qué sale de su gestión tributaria última. Sin embargo, leo aquí y allá que en el PP de Juanma Moreno están preocupados. He de pensarlo más.

Montero, desde luego, obligará a Moreno, que estaba en una playa, a echarse al monte. Juanma M. había encontrado su zona de confort en un centrismo de hamaca, melifluo con sus rivales, transmitiendo concordia y tolerancia –menos con Vox–. Las maneras bruscas, sincopadas de Montero le van a sacar a empellones de ese rol. Que es trabajado y táctico, pero también natural en quien concentró su carrera académica en el Protocolo. María Jesús Montero no es nada protocolaria. Tampoco le va a entregar la cuchara del acento andaluz forzado y del andalucismo por defecto. Primer problema.

El segundo problema de Moreno Bonilla es que, incluso aunque yo tuviese razón y la neo líder del socialismo andaluz no se ganase la confianza de una mayoría, tiene más filo y más punta que Espadas. La inercia que trae de su exposición mediática le hará rebufo electoral. Rebañará suficientes escaños como para poner en riesgo la mayoría absoluta del PP, aunque no su victoria –pienso–. Eso abocaría a Moreno Bonilla a pactar con un Vox mucho más maleado que el de su primera legislatura, con más ambición política tras los pactos en otras comunidades y con la seguridad en sí mismo que le otorga el trasfondo internacional. El PP pactaría, como en el ayuntamiento de Sevilla, porque el poder tiene mucho ídem, pero negociar con Vox no le gustará a Juanma ni en lo personal ni en lo político. El PSOE le achicará esos espacios de centro izquierda donde se veía estelar.

No acaban aquí sus problemas. El tercero: Montero ha venido a servir a su señor. Sánchez sólo piensa en sí mismo y le basta con que su exvicepresidenta le extraiga más diputados nacionales socialistas, que permitan más holgura en sus pactos. Pero si el peso nacional del PP andaluz decae, Moreno Bonilla se diluirá proporcionalmente como líder con proyección y ascendencia en el partido. Y si pacta con Vox, más. Ya entiendo que Montero inquiete.

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