Un presidente ‘moderado’

El balcón

02 de febrero 2025 - 03:06

Tenemos en Andalucía un presidente presuntamente moderado. La presunción surge de la petulancia con la que Juan Manuel Moreno presume de serlo. Esa supuesta moderación es digna de estudio. La derecha más radical toma su pose comedida como un defecto. Vox, su rival para la sucesión de Feijóo y el jefe de su partido en Cataluña le critican que recomiende tener relaciones fluidas con el PNV y relaciones con Junts, con el argumento de que en Cataluña hace falta un espacio independentista o nacionalista de centro derecha. Sin embargo, desde la izquierda se considera un timo su cantinela de autocalificarse moderado, cuando tiene subcontratado el juego sucio con sus más directos colaboradores.

En Madrid esta semana, en un foro de la competencia, Moreno ha vuelto a recordar que él es moderadísimo y subrayó que va a tratar a Montero con el “máximo respeto”. Menos mal. Porque la acusó de robar la alcaldía de Jaén con un cheque, romper la situación de diálogo y serenidad que se vive en Andalucía, crispar, tensar... y con esa tensión y “un poquito de fango” movilizar a su electorado. O sea, que desde el cariño y con el “máximo respeto”, le dio fuerte y flojo.

Dentro de ese nivel de respeto, el presidente no se olvidó de los ERE y acusó de hipocresía o cinismo a María Jesús Montero, por pretender que aquí no ha pasado nada. Se mostró muy complacido ante una pregunta mentirosa: “¿qué ha sido de los 800 millones desaparecidos de los ERE”. Podría haber dicho la verdad: que en diciembre el Tribunal Supremo ha avalado la legalidad de las ayudas a la inmensa mayoría de los 6.000 trabajadores beneficiarios, a los que se han pagado 680 millones de euros y en algún caso siguen cobrando del actual Gobierno andaluz. Pero no, Juanma prefirió gastar su poquito de fango contra la rival. Su moderación tiene límites. Estrechos.

Y si hay un capítulo en el que la moderación de Moreno es inexistente es la propaganda. La portavoz en la Junta contó que su jefe iba a ser presidente del Comité de las Regiones de Europa, como si fuese a presidir una alta institución de la UE. Es candidato del PPE a un puesto que se reparten socialistas y populares desde su creación en el Tratado de Maastricht. Carolina España lo explicó como una hazaña: “Andalucía va a ser la voz oficial de las regiones ante el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo de Europa”. Confunde la consejera al Consejo Europeo con el Consejo de Europa, que tiene sede en Estrasburgo. Error de principiante. El Comité de las Regiones es un órgano consultivo que tiene un rol menor en la galaxia comunitaria. Su presidencia es un puesto honorífico. Y escasa influencia para la región de origen: de sus quince presidentes, cuatro han sido belgas, por la ventaja de estar en casa. El propio Moreno lo ha definido bien: tener fotos y proyectar imagen. Está lejos de tener el máximo nivel que le atribuye la portavoz.

Su importancia es moderada. Como Moreno.

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