La colmena
¿Adiós a l verde?
Como ya se acabó lo que se daba del Carnaval, que duró dos meses o por ahí, una jartura, y ya no escribe doña Cuaresma (que no soy yo, ni lo he sido nunca), le voy a echar un cable a esa distinguida señora, ya en pleno tiempo cuaresmal. Para decir que la temporada de borrascas nos ha sacudido en un momento que obliga a pensar en lo ocurrido. Llegaron las borrascas justo a tiempo para el Carnaval. Una borrasca divina disolvió un botellón en la plaza de la Catedral cuando cayeron granizos y chuzos de punta en blanco. Así se disuelve un botellón. Si no es a manguerazos, con un buen chaparrón.
Y es verdad que, ya puestos, no sólo ha llovido en el Carnaval, sino que ha seguido la inercia y ha tirado palante, remojando la Cuaresma a lo loco. Se ha cargado algunos via crucis, en la capital y en la provincia, y puede que alguno caiga más adelante. Nunca se sabe. Algunos meteorólogos con complejos de pitonisos de las cabañuelas están dando pronósticos de lluvia incluso para Semana Santa.
Por cierto, cuando llueve en Semana Santa, algunos lloran, sobre todo los niños y niñas que no pueden salir de penitentes. Pero otros malvados se alegran. Y dicen que los capillitas no han rezado lo suficiente. O que ha sido castigo de Dios, por pasar de la carroza de los coros a dar horquillazos por las esquinas. Pues ya lo han visto. En el pecado han llevado la penitencia cuaresmal y se les han mojado las carrozas, y el tiempo no está para horquillazos todavía
A lo largo de la historia, cuando llovía mucho o había sequía, organizaban rogativas. En Cádiz, eran famosas las del Señor de la Columna, al que se conocía como El Aguador. Era proverbio gaditano que lloviera el Martes Santo. Y, cada vez que sucedía, se lo atribuían al Aguador. Sin embargo, ha llovido otros días en Semana Santa. El Viernes Santo ha sido de los que más. En Cádiz, como en Triana, sale el Cristo de la Expiración el Viernes Santo, y no se sabe por qué llueve más que el Domingo de Ramos o el Lunes Santo. No es por la luna llena, que afecta a todos los días de la Semana Santa y alcanza su plenitud según el año.
En esta provincia hubo restricciones a finales del siglo pasado porque el pantano de los Hurones estaba casi vacío. Construyeron el de Guadalcacín, que evitó las restricciones. Y ahora hay embalses evacuando, y hay riesgos de inundaciones en Jerez, y han cortado la autopista y el tren entre Sevilla y Cádiz
El Carnaval y la Cuaresma están siendo de un gran alivio para la necesidad de agua. Demos gracias a Dios. Aunque la lluvia ya se podría ir en paz.
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