Con la venia
Fernando Santiago
Quitapelusas
Ha fallecido Javier Anso, que fue un personaje muy importante para Cádiz y para los marianistas. Precisamente fue un personaje porque no lo quiso ser, sino que se comportaba con sencillez, pero con energía y con fidelidad a sus creencias. Javier tuvo una gran importancia para la política gaditana, en los años de la Transición, pero nunca fue un político, ni quiso vivir de la política. Fue un cristiano comprometido con los necesitados, comprometido con Cristo y con la Virgen del Pilar, que es la patrona de los marianistas. Y defendió las ideas de la democracia, la libertad y el compromiso social porque era coherente con sus creencias religiosas. Nunca dejó de ser marianista.
Javier Anso fue mi profesor de Introducción al Derecho en el COU de San Felipe Neri. Con el tiempo, descubrí que la Transición en los marianistas (y en Cádiz también) había sido Anso. La Transición de los marianistas era pasar de los cosquis con regla que te daba don Amideo, cuando no te sabías la lección, a los diálogos con Javier Anso, ya en COU, pocos años después, cuando te hablaba como un compañero, para convencer con la razón. Era un curso en el que Miguel Teruel te enseñaba a leer a García Márquez, Vargas Llosa y Borges, que eran la modernidad de entonces. La Transición de Cádiz avanzó, gracias a Javier Anso, en las dependencias del Colegio Mayor Chaminade con la Platajunta local.
Yo le debo mucho a Javier, por lo que me enseñó, con su asignatura y su testimonio, y por lo que hizo. Entonces yo dudaba entre estudiar Derecho en Jerez o Periodismo (pomposamente englobado como Ciencias de la Información) en la Complutense de Madrid. Anso me puso sobresaliente en Introducción al Derecho y habló con mis padres para que estudiara Periodismo en Madrid. Se supone que acertó. Aunque, sin su consejo, quizás hubiera sido notario.
La Transición era Anso, que también hizo la Transición pedagógica, y ya no se vio a San Felipe Neri como el colegio de los niños pijos, que tampoco lo era, sino como un centro educativo para estudiar con principios. Con el tiempo, creo que Anso se quedó desubicado, y por eso se fue a Cuba. La España de hoy poco tiene que ver con la de Justicia y Paz que él soñó, y que después ha sido desvirtuada por quienes no conquistaron la libertad, sino que la han estropeado.
Javier Anso fue un cristiano utópico, que probablemente es la única forma de ser cristiano en este mundo. Descansará en paz, porque vivió en paz y fue fiel a su fe.
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