El trueque con Yolanda

Crónica personal

06 de febrero 2025 - 07:29

LAS 37 horas y media semanales las ha sacado Yolanda al Consejo de Ministros con calzador. Hace apenas unos días el ministro de Economía estaba tan en contra que la vicepresidenta dijo de él que era mala persona -ahora le ama- y tampoco está muy entusiasmada la ministra de Hacienda, como tampoco lo estaba la ex ministra Calviño. Pero esto no va solo de ministros, empresarios y trabajadores -trabajadores en el sentido que aplica Yolanda- , sino de las consecuencias de la reducción de horas.

Yolanda Díaz tiene en contra a grandes, medianos y pequeños empresarios y a la mayoría de los autónomos, porque no les salen las cuentas: entre los pagos a la Seguridad social y la necesidad de incrementar la plantilla para suplir las horas de menos, la cosa se pone en cifras inalcanzables. De ahí las reticencias de algunos ministros a dar luz verde a la vicepresidenta.

Las pymes crean el 66% del trabajo en España, y los autónomos -que no tienen horario- son unos tres millones y medio. Conocen como nadie la precariedad del empleo, que infinidad de españoles acumulan dos y tres empleos para llegar a fin de mes, y que en el último mes de enero el empleo ha sufrido un revés muy considerable.

Con estos datos en la mano, no se comprende que Sánchez respalde ahora a una Yolanda Díaz que hasta hace un cuarto de hora vagaba por pasillos y despachos rumiando sus penas. Sin embargo la explicación al cambio de criterio del presidente está claro: Yolanda es Sumar. Un muy alicaído Sumar, aunque dispone de 31 escaños contando a Podemos.

El proyecto de Sumar no le gusta, pero necesita su apoyo para sacar adelante la lista de decretos que le quedan pendientes, así que ha puesto ojitos a Yolanda con la misma intensidad con que se los pone a Puigdemont. Y a nadie más, al PNV y a los partidos de izquierda los tiene entregados, no siempre por convicción sino porque ha cedido a sus pretensiones. Puigdemont se ha puesto gallito y quiere más de lo ya concedido: que los mossos vigilen las fronteras, y que Cataluña tenga las competencias de inmigración.

Así que en esto está Sánchez, con el decreto de Yolanda, los inmigrantes y el control de las fronteras catalanas en una misma tacada.

Esto no va de iniciativas de Gobierno que beneficien a los españoles, sino que beneficien a su presidente. Va también de buscar apoyos con los que hacer frente a las investigaciones sobre corrupción y montar las campañas para desacreditar a los jueces empeñados en investigar a varios de sus más cercanos colaboradores y a Begoña Gómez. Porque, ya lo dijo Sánchez en una carta, está profundamente enamorado de su esposa.

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