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Hay un grave problema de vivienda. En España se crean 250.000 hogares al año y se construyen sólo cien mil pisos. El déficit en Andalucía es el doble: para 50.000 nuevas familias anuales se fabrican diez mil casas. Pero las autoridades han descubierto la fórmula para paliarlo ante la opinión pública. Hacen pocas viviendas protegidas, pero las publicitan con entregas de llaves ante abundante prensa, radio y televisión, para que se vea a los benévolos gobernantes. Se permiten utilizar a los beneficiarios para su márquetin personal y jugar con los millones que se atribuye cada cual.
Este paternalismo en entregas de pisos a personas con pocos recursos recuerda prácticas de la dictadura, en la que Franco, el ministro secretario general del partido único o gobernadores civiles entregaban en vísperas del 18 de julio, casas o barrios completos. La propaganda del régimen utilizó la vivienda protegida para buscar adhesiones entre la población. Se ponían inscripciones con el yugo y las flechas en la entrada de los bloques, con letreros del Instituto Nacional de la Vivienda o la Obra Sindical del Hogar. Y se difundían las ceremonias por el NODO.
Con la llegada de la democracia, esa práctica cayó en desuso. Ahora, sin embargo, los modernos estrategas recuperan vicios del pasado. En vez de entregar las llaves en la intimidad con anonimato de los agraciados, los someten a eventos retransmitidos en directo. El 4 de marzo en Almería, el presidente de la Junta y su consejera de Fomento presidieron la entrega de 64 viviendas en alquiler, en las que la Junta no había puesto un euro. Ante la repercusión obtenida, el PSOE contraprogramó el pasado lunes en Sevilla la entrega de 218 viviendas de alquiler asequible, con el presidente del Gobierno.
Gobierno, Junta y Ayuntamiento juntos, incómodos en un tenso show. Nueve autoridades dando llaves, posando, abrazando, fardando, besando. Un Juan Manuel Moreno encelado lo calificó el jueves en el Parlamento de “performance de Pedro Sánchez, su vicepresidenta Montero, la ministra de Vivienda, el delegado del Gobierno y el subdelegado…”. Hay pelea por la autoría y el origen de los fondos. El Ministerio de la Vivienda explica que el Ayuntamiento puso 13 millones y el Gobierno 14,33. Pero 9,83 millones eran fondos europeos Next Generation.
Moreno amenaza con nuevas entregas paternalistas en Almería y Granada en los próximos días. Hacen pocas viviendas de protección, pero adornan sus álbumes de fotos con los beneficiarios. Otro récord.
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