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Confabulario
Manuel Gregorio González
X contra la UE
Confabulario
El señor Musk ya ha dicho al señor Abascal que promoverá su partido en X. También ha sido la promoción de AfD en la red del señor Musk la que acaso haya incrementado su éxito en las urnas. No está de más recordar que la AfD tiene su electorado, casi íntegramente, en la vieja Alemania comunista, hoy comprensiva con la voracidad de Putin. Tampoco es ocioso recordar que Patriotas por Europa, el grupo europarlamentario al que pertenece Vox, pudiera llamarse, sin mayor escándalo, Patriotas contra la UE, dada su declarada vocación antiunionista. Si a esto le añadimos la intervención rusa en el procés, apoyando la escisión de la derecha xenófoba y golpista de Junts –y la izquierda, igualmente xenófoba y golpista, de ERC–, ambos socios preferentes del actual Gobierno de España, se observa con facilidad el cometido último de tales movimientos: entorpecer la existencia misma de la UE, tanto desde el este como desde el oeste.
Por fortuna para los alemanes, el candidato del SPD no es don Pedro Sánchez, con su probada facilidad para el pacto con socios poco o nada recomendables. La cuestión, sin embargo, es otra. La cuestión, como siempre que se trata de nacionalismos, es que el patriotismo al que apela Vox es una forma de entrega, ni siquiera discreta, a una potencia extranjera. Ya vimos que la independencia catalana consistía en desanclarse de la democracia española para arrojarse en brazos de la tiranía eslava. También podríamos recordar aquí, haciendo un breve esfuerzo de memoria histórica, las misivas de don Luis Arana, el hermano de don Sabino, ofreciéndose como protectorado, en 1938, a la Inglaterra de lord Halifax. El patriotismo al que parece aludir Vox, junto a sus compañeros de Patriotas por Europa, es aquel que facilite el fraccionamiento y la almoneda de Europa, para beneficio de unas potencias hostiles. El episodio de las tierras raras ucranianas que codicia el señor Trump es muy expresivo a tal respecto. ¿Qué capacidad de negociación tendría la Cataluña catalanista del señor Puigdemont, ante la Rusia filantrópica de Putin? La Europa que ambicionan el señor Abascal y sus correligionarios nacionalistas, ¡sin duda con la mejor de las intenciones!, es un continente troceado e inerme ante la codicia rusa, china y estadounidense. Y todo ello, ay, para librarnos de la burocracia europea, el “gentil monstruo de Bruselas” que nos reveló Enzensberger.
De modo que si el señor Musk, a través de X, promueve al señor Abascal, lo hará solo en la medida en que promocione sus propios intereses.
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