Yuyu, mejor no vuelvas

25 de julio 2024 - 03:05

Hace 14 años “Los emires como lo mires” hicieron un alarde de racismo y xenofobia al reírse de los árabes con todos los tópicos de rigor. Ya en ese momento los integrantes de la chirigota y el Yuyu debieron ser condenados por la promoción del odio a eso que los españoles llamamos “moros”, que según Irene Montero son “personas racializadas”. Eso por no irnos más atrás: ¿no era un desprecio a las personas con adicción al alcohol “El que la lleva la entiende”? ¿no era una caricatura de las relaciones de pareja “Lo que diga mi mujer”? Un desprecio al muy noble oficio de limpiar oficinas por parte de mujeres como las kelys en “Viva la Pepi”, “Los lacios” se reían de las personas tímidas o , quizás, con algún tipo de TEA, por decir algo para que el tonto del boli pueda escribir cualquier cosa. Yuyu ya ridiculizó a los muy nobles y respetables funcionarios de la Diputación en repetidas ocasiones, a los trabajadores del SAS, demostró su racismo con “Los sayonara”, su espíritu reaccionario con “Los que vinieron de Leningrado”, enseñaron la patita del racismo contra los nativos americanos en “Los arapajoe”, ridiculizó las parejas abiertas con “Los últimos en enterarse”. En definitiva, no deberían sorprenderse las valientes y honradas defensoras de la causa de la mujer porque ahora salgan dos chicas en bikini en un cartel, dados los precedentes de este autor. Pero ya puestos, digo yo que no deberíamos quedarnos en el cartel de “Los James Bond”, deberíamos seguir hasta el infinito y más allá, por ejemplo prohibir que las cantantes de moda salgan vestidas de manera procaz al escenario, que eso es cosificar a la mujer. Habría que seguir la labor en las playas y prohibir el topless, digo más: incluso volver a las ordenanzas del baño de hace 100 años para que las mujeres vayan completamente tapadas e incluso haya horario diferente para hombres y para mujeres al fin de evitar los grandes males del siglo XXI que ríanse ustedes del cambio climático, las guerras, el genocidio del pueblo palestino, la invasión de Ucrania o las migraciones, lo podríamos señalar con adjetivos utilizados por el feminismo: el machismo, la misoginia , el asevillanamiento, señororismo, cuñadismo caduco, peste a rancio, vomitivo, puterismo, falo consagrado, un eructo de 15 años y todas las expresiones que se ocurran y las que están por venir. Por cierto, la palabra “polla” se escribe con doble l, no con y, para que quienes defienden nobles causas empiecen por el cuaderno Rubio, que todo lo que se diga es mejor si no tiene faltas de ortografía. Yo que el Yuyu no venía, con lo bien que está con su programa de radio sin tener que soportar majaderías. Hace 14 años no había redes sociales.

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