Editorial
Los retrasos del AVE y los “factores externos”
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El Gobierno tardó varias horas en rectificar el modo en que se permitirá que los niños salgan de casa a partir del 27 de abril. Podrán dar paseos cortos, bajo las condiciones que debe dictar el Ministerio de Sanidad en los próximos días. La rectificación es correcta, es cierto que el Ejecutivo escucha, pero la decisión se alcanzó en un Consejo de Ministros donde se supone que estos asuntos llegan muy estudiados. Antes de la corrección, el Ejecutivo había limitado las salidas a las compras imprescindibles con los padres. Hay más riesgos de contaminación dentro de un supermercado, de una farmacia o de un banco, por citar los ejemplos a los que se refirió la ministra María Jesús Montero, que en un parque, una plaza o un paseo. Según el decreto que aprobó ayer el Consejo de Ministros, los niños de hasta 14 años podrán acompañar a los adultos a las actividades ya permitidas con anterioridad en el real decreto del 14 de marzo: en efecto, salir a comprar productos esenciales y sacar a las mascotas. Parece que el Gobierno había optado por esta solución ante el temor de no poder controlar las salidas, el tiempo de éstas ni evitar ciertas aglomeraciones en plazas o parques. Todos los partidos políticos, a excepción de los del Ejecutivo, y presidentes autonómicos como el andaluz Juanma Moreno y el gallego Alberto Núñez Feijóo exigieron un replanteamiento de una medida que era muy esperada. Lo que evidencia la rectificación es que el Ejecutivo no tiene certezas para esta nueva fase de desescalada. Para este proceso no sólo hace falta que bajen los contagios -algo que sí está consiguiendo el confinamiento-, sino que los sistemas de salud tengan capacidad suficiente para detectar brotes, testar y actuar. Y es obvio que las consejerías de Salud siguen sin tener suficiente capacidad de testar. Pero, con independencia de esto, hay que exigir al Gobierno que no juegue con las expectativas vitales de los españoles. El país lleva encerrado más de un mes, ha seguido todas las instrucciones que el Gobierno ha dado de un modo ejemplar y no se le puede anunciar que los niños saldrán "un rato" para después reconducir, posiblemente por un temor fundado, la medida a un acompañamiento que entraña un riesgo mayor. La prórroga del estado de alarma tiene que ser aprobada ahora en el Congreso y no entrará en vigor hasta el próximo lunes, con lo que el Gobierno tiene tiempo para legislar con precisión cómo podrán salir los más pequeños de las casas.
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