Andalucía: fortaleza y fragilidad

La economía andaluza sigue dando muestras de fortaleza, BBVA Research, el prestigioso servicio de estudios de la entidad financiera ha situado la previsión de crecimiento de la región para este año en el 3%, lo que supone dos décimas más que su última estimación. De confirmarse estos datos, Andalucía crecería por encima de la media nacional, que sería del 2,8%, y estrecharía levemente el diferencial que mantiene con el PIB español, una convergencia que es uno de los objetivos estratégicos de la política económica del Gobierno regional. Aunque esto sea lo verdaderamente significativo de la revisión realizada por el servicio de estudios, conviene anotar que Andalucía ha dejado de ser la comunidad que más iba a crecer este año en el conjunto nacional. Por encima de ella se sitúan ahora Canarias, Baleares y la Comunidad Valenciana. En los dos primeros casos porque se prevé, de nuevo, un año turístico excelente y en el tercero por los efectos de la inyección económica para recuperación de la dana, que va a un ritmo mayor del que se estimó después de la tragedia. Para 2026 sí aparecen, sin embargo, algunas nubes en el horizonte y Andalucía con un 1,6% de crecimiento dejaría de estar en el pelotón de cabeza de las comunidades españolas. La región sigue teniendo en un mercado turístico cada vez más potente, y no sólo por la cifra de visitantes, y en una agricultura cada vez más tecnificada, sus dos grandes motores de generación de empleo y renta. Su obligación a futuro es complementar esta estructura con la implantación de industrias tecnológicas de alto valor añadido. Hasta que ese déficit no resuelva el crecimiento andaluz dependerá de factores con un alto grado de fragilidad.