Caso Magrudis: las ineficacias de la Justicia

El juicio por el mayor brote de listeriosis que se ha producido en España, el llamado caso Magrudis por el nombre de la empresa responsable, se ha fijado para octubre de 2026. La enfermedad, provocada por el consumo de conserva de carne en mal estado, provocó en el verano de 2019, en Sevilla, la muerte de cuatro personas, siete abortos y lesiones a 244 personas. La Fiscalía ha pedido una condena de diez años de cárcel a los dueños de la empresa y que el Ayuntamiento de Sevilla sea declarado responsable civil subsidiario como administración responsable de la inspección sanitaria y se haga cargo del pago de indemnizaciones a los afectados, que el Ministerio Público cifra en 800.000 euros pero que la Junta de Andalucía, personada en la causa, eleva hasta casi tres millones y medio. El hecho de que los presuntos responsables de unos hechos que tuvieron en su momento una enorme trascendencia social y una evidente gravedad vayan a tardar siete años en sentarse en el banquillo constituye casi una burla a las personas que se vieron afectadas y conculca los derechos de todas las partes, también de los acusados. Este caso vuelve a poner de relieve las enormes deficiencias del sistema judicial en España y la enorme falta de medios con la que trabaja e invita a volver a lanzar la pregunta de si una Justicia que dilata de esta forma sus tiempos de actuación es de verdad el servicio público que requiere una sociedad moderna. La intoxicación por carne contaminada que ocasionó el brote de listeriosis se produjo antes de la pandemia del Covid y puso a prueba la capacidad de respuesta de un sistema sanitario que no estaba acostumbrado a situaciones de este tipo. El hecho de que el juicio, que se prolongará durante cuatro meses, se celebre con tanto retraso debe provocar una reflexión sobre las ineficacias de una Justicia que en circunstancias como esta deja de ser justa.