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Rey, hombre de Estado y sentido común
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El Gobierno y la multinacional norteamericana Virgin Hyperloop One acaban de suscribir un histórico protocolo para desarrollar en Andalucía el proyecto de un futuro tren supersónico, el Hyperloop, capaz de alcanzar velocidades por encima de los 1.000 kilómetros por hora. Será la localidad malagueña de Antequera la que acoja el primer centro de pruebas en Europa para este transporte del futuro. La firma mundial ya cuenta también con un campo de pruebas en el desierto de Nevada, en Estados Unidos. La inversión prevista supera los 430 millones de euros, si bien la iniciativa queda supeditada a que obtenga fondos públicos que financien al menos una cuarta parte del importante desembolso que se requiere.
La propia presidenta de la Junta considera que este acuerdo representa una "gran noticia que refuerza a Andalucía como referente internacional en innovación e investigación". Hay que recordar que, al margen de la red de parques tecnológicos, la comunidad autónoma también es punta de lanza en el sector aeronáutico, con un total de 117 empresas, fundamentalmente asentadas en Sevilla, pero también con firmas radicadas en Cádiz, Málaga, Córdoba, Jaén y Huelva. El clúster ya factura más de 2.400 millones de euros y supone un 1,5% del PIB de la región. Por esa razón hay que saludar cualquier iniciativa que abra nuevas vías a la industria, refuerce las alternativas al modelo productivo tradicional en la comunidad, demasiado dependiente del sector servicios, la construcción y la agricultura, y que sea capaz, como es el caso, de generar empleos estables y de alta cualificación. Y la infraestructura que nos ocupa comporta convertirse en el centro operativo de un sistema de transporte pionero que, de tener éxito, cambiaría radicalmente las comunicaciones terrestres en todo el mundo.
La propuesta que debe desarrollarse a lo largo de los próximos cinco años contempla un acuerdo con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) que permitirá utilizar unas grandes naves levantadas en el área de Bobadilla y ahora en desuso tras el fracaso del denominado anillo ferroviario. En ellas se implantarán las zonas de fabricación del Hyperloop, las plataformas de prueba y los equipos necesarios para desarrollar este tipo de tren, con la seguridad como primer objetivo de verificación. Tras el protocolo de intenciones, es de esperar que todas las partes cumplan con los compromisos anunciados para que el proyecto tome cuerpo realmente. El futuro espera y Andalucía quiere ser protagonista.
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