Editorial
Hay que hablar ya
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No debería pasar un día más sin que los dos partidos mayoritarios se sienten a hablar sobre la situación sobrevenida en Europa tras la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos y su acercamiento a Rusia. El PSOE y el PP representan a la inmensa mayoría de los votantes españoles y juntos reúnen casi dos tercios de los escaños del Congreso. Ante una situación que empieza a ser de emergencia y que comporta riesgos claros para España parece evidente que la formación que en estos momentos tiene la responsabilidad de gobierno y la que lidera la oposición están obligadas a hablarse y a llegar a acuerdos de mínimo que fortalezcan la posición del país en el conjunto de la Unión Europea. Lo que está diseñando es, ni más ni menos, que un cambio radical en el modelo de seguridad y defensa mundial. Estados Unidos ha dejado de ser el aliado estratégico del continente y la potencia que garantizaba su seguridad frente a las políticas expansionistas de terceros. Eso ha dejado de ser así y, por lo tanto, Europa necesita rediseñar toda su estrategia. España se ve implicada de forma directa y no puede quedar al margen. Para ello es necesario que las fuerzas políticas que dan solidez a su sistema democrático consensúen líneas políticas que van más allá de lo que puede hacerse en una legislatura. La programación del gasto en defensa, que tendrá que aumentar sustancialmente desde los bajos niveles actuales, es la más evidente en estos momentos. Pero no es la única. España no puede seguir lanzando al exterior una imagen de división interna y de confrontación permanente ante la situación conflictiva en la que ha entrado el mundo. Por razones que son evidentes, pero también porque esa división no refleja la de los españoles. Es la hora de, al menos en esta cuestión, estar a la altura de lo que exige una situación tan extraordinaria como complicada.
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